ASIA/PAKISTÁN - Detenidos una mujer cristiana y un hombre musulmán por presunta blasfemia

martes, 2 mayo 2023 derechos humanos   blasfemia   minorías religiosas  

Lahore (Agencia Fides) - Musarat Bibi, una mujer cristiana analfabeta empleada en la "Girls Higher Secondary School" de la ciudad de Arif-Wala, en la provincia pakistaní de Punjab, ha sido detenida junto a un hombre musulmán - también empleado en la escuela - acusados de profanar el Corán. Ambos estaban limpiando los armarios del almacén de la escuela, quemando basura, archivos viejos y papeles inservibles sacados de los armarios del almacén. Sarmand reconoció entre los papeles incendiados algunas páginas de las escrituras del Sagrado Corán, en árabe, y alertó a las autoridades escolares. Cuando se corrió la voz de la supuesta quema de páginas del Corán, algunos alumnos y profesores iniciaron una protesta. Tras la llamada de un hombre que se identificó como Kashif Nadeem, se alertó a la policía, que se personó en el lugar de los hechos para investigar. La dirección de la escuela informó del incidente, reconociendo que los dos trabajadores habían hecho todo lo posible por retirar las páginas identificadas y calificando el incidente de “totalmente involuntario”. Sin embargo, la policía detuvo y encarceló a Musarat Bibi y también a Mohammad Sarmand, acusados de blasfemia, en virtud del artículo 295-b del Código Penal, que castiga el desacato al Corán.
La mujer viuda tiene tres hijas, dos de las cuales están casadas y la menor tiene 14 años. La hija menor ha sido trasladada a un lugar seguro por los demás miembros de la familia. Musarat trabajaba en la escuela desde que falleció su marido, que era maestro de primaria. Los cristianos que viven en la zona de Arif-Wala temen por la seguridad de Musarat y de las otras pocas familias cristianas que viven allí, ya que en el pasado otras personas acusadas de blasfemia han sido linchadas por turbas de fanáticos religiosos.
Según Javed Sohatara, abogado que asiste a la familia, Kashif Nadeem ha acusado de blasfemia a la viuda cristiana porque está imbuido de una “ideología religiosa extremista” y porque siente un odio personal hacia la mujer. “Kashif Nadeem - alega el abogado - guarda rencor a la trabajadora cristiana porque la dirección de la escuela le encargó la gestión del comedor escolar, que antes estaba a cargo de un pariente de Kashif, que perdió el contrato”. “En Pakistán, la acusación de blasfemia es peligrosa para la vida de cualquiera. Con esta acusación, el hombre pretendía expulsar permanentemente a Musarat Bibi del comedor escolar y del trabajo, y lo ha conseguido”, señala.
Según fuentes de la Agencia Fides, la dirección de la escuela y los responsables civiles de la ciudad son conscientes de la realidad y apoyan a la mujer cristiana y al hombre musulmán injustamente acusados. “El apoyo de la comunidad es un factor importante para la familia de la víctima: es de esperar que esto conduzca a un buen resultado del caso”, señala el abogado. Al comentar el suceso, Joseph Jansen, director de la ONG “Voice for Justice” en Pakistán, subraya que “las violaciones de los derechos humanos en Pakistán están aumentando a gran escala, y en muchos incidentes las leyes sobre la blasfemia se utilizan como pretexto”. En particular, señala, “se cometen actos de violencia contra mujeres de comunidades religiosas minoritarias, concretamente mujeres cristianas hindúes, y esta violencia queda impune”. “Debido al aumento de las falsas acusaciones, se ha creado un miedo inmenso en la comunidad de la zona de Arif-Wala, especialmente entre las trabajadoras cristianas. Las mujeres se ven disuadidas de buscar trabajo, lo que aumenta las dificultades económicas de sus familias, incrementa la pobreza y la vulnerabilidad, y rebaja aún más su estatus social”, explica.
Jansen prosigue: “En los casos de blasfemia, los denunciantes y testigos que han hecho acusaciones falsas, cuando se demuestran, no sufren consecuencias ni son procesados por perjurio. La disposición, si se aplica, podría ayudar a cambiar el clima de impunidad y hacer que los implicados rindan cuentas por acusaciones hechas para perjudicar a otros. Desde hace muchos años se necesita urgentemente un plan de acción para acabar con el abuso de esta ley, utilizada contra los más vulnerables. En varios casos, individuos fanáticos han utilizado esta ley para tomarse la justicia por su mano y linchar a los acusados”, recuerda.
Zara Amoon Gill, portavoz de “Minorities Rights Watch Pakistan” señala otro elemento: “Deben ser altos cargos de la policía, y no meros agentes, quienes registren las denuncias y acusaciones de blasfemia”, coincidiendo en la necesidad de “procesar a los falsos testigos”. Y señala. “Instamos al gobierno a garantizar la seguridad de los acusados hasta el veredicto del tribunal para salvarlos de la violencia extremista”.
(PA) (Agencia Fides 2/5/2023)


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