Catholic Mission Australia
Sídney (Agencia Fides) – «No hay lugar en Australia para una violencia tan destructiva. Nuestros corazones están con todos aquellos que se han visto afectados por esta tragedia. Somos solidarios con quienes han muerto o han resultado heridos, con quienes se encontraban en Bondi cuando se produjo este acto de violencia, con sus familias, sus amigos y con todos los australianos»: así lo afirma en un comunicado Catholic Mission, la dirección australiana de las Obras Misionales Pontificias, al día siguiente de la masacre de Sídney, donde el 14 de diciembre dos hombres, de 50 y 24 años, dispararon contra la multitud durante la celebración judía de Janucá en Bondi Beach, causando 15 víctimas mortales (entre ellas un rabino y una niña) y decenas de heridos. «Catholic Mission continuará trabajando por la paz, la armonía, el diálogo, la comprensión mutua y el respeto para todos», se subraya en la nota.
La red de las Obras Misionales Pontificias en Australia apoya y comparte la declaración de la Conferencia Episcopal Australiana, que ha escrito en un mensaje a la nación: «La violencia y el horror han sacudido profundamente a los australianos. La pérdida de vidas inocentes es una tragedia inconmensurable. Las familias y los seres queridos de quienes han muerto han visto su mundo hecho pedazos». «Los corazones de todos los habitantes de esta nación –prosigue el mensaje– están con las familias de quienes han muerto y con todos los que han resultado heridos».
«Las motivaciones distorsionadas que han impulsado a quienes han perpetrado estos terribles actos están claramente vinculadas a la plaga del antisemitismo», señalan los Obispos, «que es una realidad estremecedora y profundamente angustiante, que pone en cuestión nuestra propia comprensión de nosotros mismos como australianos».
«En un país que se enorgullece de su tolerancia y de su hospitalidad sincera –se lee en la nota– este prejuicio ciego y este odio indican una mancha oscura y destructiva en nuestra sociedad, que amenaza no solo a nuestros hermanos y hermanas judíos, sino, en realidad, a todos nosotros».
Por ello, se afirma, «nada podrá justificar jamás esta violencia destructiva», ni deberá generar, como respuesta, «más violencia y odio»: «Nuestro horror ante lo sucedido debe convertirse en fuente de determinación para dar la espalda a todo acto de violencia y de odio ciego», auspician los prelados australianos.
Asegurando su oración, el texto concluye: «Nos unimos a todos aquellos que condenan una violencia tan terrible e imploramos a todos los australianos que rechacen todo impulso de odio y de violencia y que se comprometan, en cambio, a ser constructores de paz en nuestras familias, entre nuestros amigos y en la sociedad en general».
(PA) (Agencia Fides 15/12/2025)