Mumbai (Agencia Fides) - El jesuita indio Stanislaus Lourduswamy, más conocido como el padre Stan Swamy, injustamente detenido por su compromiso en defensa de los adivasis (“habitantes originarios” de la India), murió ayer, 5 de julio, en un hospital de Mumbai, en el oeste de la India. Tenía 84 años. Según informó el Dr. Ian D'souza, director del Hospital Católico de la Sagrada Familia, donde estaba ingresado, el 4 de julio fue puesto en cuidados intensivos tras sufrir una parada cardíaca. Su muerte ha sido consecuencia de una infección pulmonar, por complicaciones posteriores al COVID-19 y de la enfermedad de Parkinson, que ya padecía.
Según ha informado el Padre Jerry Cutinha, Provincial de los jesuitas de Mumbai, los restos mortales del Padre Swamy serán incinerados en Mumbai y las cenizas serán llevadas primero a Ranchi, donde vivió durante 18 años, y luego a Jamshedpur en Jharkhand, sede de su provincia, para su entierro final. La misa de funeral está prevista para las 16:00 horas de hoy, 6 de julio, en la Iglesia de San Pedro, cerca del Hospital de la Sagrada Familia, en Bandra, un suburbio de Bombay.
El jesuita llevaba detenido desde el 8 de octubre de 2020 acusado de delitos relacionados con el terrorismo y actividades subversivas. Stan Swamy había sido detenido junto con otras 15 personas, implicadas en ONG, por cargos relacionados con el terrorismo. Entre los detenidos se encuentran promotores de derechos humanos, periodistas y académicos arrestados en relación con los incidentes ocurridos en 2018 tras una manifestación de dalits y tribales, conocida localmente como el “caso Bhima Koregaon”.
Observadores independientes y miembros de la sociedad civil de la India afirman que el padre Swamy era considerado un opositor al gobierno porque luchaba por la aplicación de leyes, aprobadas por el Parlamento, que promueven la vida de los pueblos tribales y sus derechos constitucionales.
Expresando su profunda tristeza, el Cardenal Oswald Gracias, Presidente de la Conferencia Episcopal de la India, ha declarado que “la vida y el compromiso con los pobres indígenas y sus luchas emprendidos por el Padre Swamy serán recordados para siempre”. “La detención de Stan es una herida. Según el derecho penal indio, uno es inocente hasta que se demuestre su culpabilidad. El caso del Padre Stan ni siquiera fue escuchado. Esperamos con impaciencia que el caso sea examinado por un tribunal y que la verdad salga a la luz”, ha dicho el cardenal en una nota enviada a la Agencia Fides. El cardenal, que el 21 de enero de este año había pedido al primer ministro Narendra Modi la liberación del padre Swamy, ha señalado que el sacerdote “trabajó incansablemente por los desposeídos y oprimidos, dándoles un sentido de dignidad y elevando sus vidas”.
En su mensaje, monseñor Felix Toppo, arzobispo de Ranchi, en Jharkhand, ha dicho que el padre Swamy era “un campeón de los derechos tribales, un luchador por la justicia y un símbolo de valor”. “El hecho de que un religioso, que padecía la enfermedad de Parkinson, haya sido detenido a los 84 años, se le haya denegado la fianza y haya contraído Covid en la cárcel es un hecho muy triste: han detenido a un inocente y los tribunales le han denegado la fianza. Como seres humanos, somos débiles e indefensos ante nuestro cruel sistema judicial”.
Cedric Prakash, jesuita indio que siguió de cerca el proceso judicial, lo define como “un mártir de la justicia y la paz, que vivió toda su vida en un servicio apasionado y desinteresado a los hermanos y hermanas marginados”.
Según Gladson Dungdung, líder tribal de Jharkhand, “el padre Swamy era un promotor intrépido, sensible y neutral de los derechos humanos”. “El gobierno estatal – continua -, lo definio ‘maoísta’ por oponerse a la 'Operazione Greenhunt', llevada a cabo por el gobierno indio, y le llamó traidor por apoyar al Movimiento Pathalgadi, que defendía los derechos de indígenas inocentes. Al final, el gobierno puso entre rejas a todos los que impugnaron legalmente los abusos cometidos por las fuerzas del Estado. Para nosotros, el padre Swamy es un asesinato de Estado, que condenamos enérgicamente”.
“Swamy vive en nuestra memoria y vivirá para siempre. Espero que su vida y su lucha nos inspiren en la campaña para resucitar los derechos humanos, la dignidad humana y el valor de la compasión. Debemos esforzarnos por mantener vivo el recuerdo de la vida y la lucha del padre Swamy”, dice a Fides Irfan Ingeniero Director del “Centro para el Estudio de la Sociedad y el Secularismo”.
“Nadie debería tener este final debido a las inadecuadas instalaciones médicas dentro de la prisión”, ha señalado el padre jesuita Arockiasamy Santhanam, portavoz del Foro Nacional de Religiosos y Sacerdotes Abogados.
“La de Swamy ha sido una muerte anunciada. Estaba claro que el Estado había decidido ejercer toda la fuerza de la venganza sobre él y otros por atreverse a hablar en favor de los pobres y los indigentes”, afirma la All Indian Catholic Union, la mayor asociación de católicos laicos del país. “Las preguntas legítimas relativas a su detención, encarcelamiento, denegación de la fianza y las tristes circunstancias de su muerte perturbarán la conciencia colectiva de la nación durante mucho tiempo”, se lee en una declaración publicada por la Indian Catholic Press Association
(SD-PA) (Agencia Fides 6/7/2021)