Archdiocese of Rabaul
Rabaul (Agencia Fides) – Más de dos mil peregrinos han participado en las celebraciones de acción de gracias en honor de san Pedro To Rot, catequista y mártir canonizado el pasado 19 de octubre en la basílica de San Pedro por el papa León XIV. Del 11 al 14 de diciembre, los obispos católicos de Papúa Nueva Guinea y de las Islas Salomón se han reunido en Rabaul, junto con miles de fieles procedentes de todo el país, para visitar el lugar de nacimiento del santo y celebrar una solemne Eucaristía, presidida por el cardenal John Ribat, quien ha reiterado que To Rot es «un don para la Iglesia en Papúa Nueva Guinea y para todo el mundo».
Contactado por la Agencia Fides, el cardenal ha declarado: «Hemos vivido la canonización de To Rot con alegría y como un momento de abundante bendición, que hoy nuestro santo derrama sobre el pueblo de Papúa Nueva Guinea». «Su presencia -ha añadido- representa para nosotros el testimonio de formar parte de una historia de santidad que impregna nuestra tierra y el mundo entero. Ahora también nosotros somos un grano en la historia de santidad y de salvación que el Señor escribe».
El cardenal ha observado que la fe en Papúa, y por tanto el camino de san Pedro To Rot, «es fruto de la labor de los misioneros que nos han llevado a Jesucristo», recordando que los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC) llegaron a Rabaul en 1882, cuando el padre Jules Chevalier, fundador de la congregación, aceptó la invitación del papa León XIII para evangelizar territorios como Melanesia y Micronesia. «Ahora, más de cien años después -ha señalado-, otro papa León, en una continuidad ideal, ha reconocido a uno de nuestros santos: para nosotros, en Papúa, es un hito histórico que nos dice que Dios ha hecho grandes cosas con nosotros. Nos sentimos animados y bendecidos».
San Pedro To Rot, ha añadido el cardenal Ribat, «nos recuerda que la fe se vive en familia: era padre de familia y, como catequista, había comprendido el mandato de Dios de permanecer fiel al Señor y de mantener unidas a la familia y a la comunidad en un momento difícil para el Pacífico». «Su historia habla a las familias de hoy, en nuestro contexto: dejad que Dios forme parte de vuestra vida. Aunque el mundo cambie, la verdad de Dios para nosotros sigue siendo la misma: su amor y su salvación».
El cardenal ha concluido: «To Rot fue fiel hasta el final, un testigo creíble y auténtico. Gracias a él y a su legado, la Iglesia en Papúa Nueva Guinea está hoy viva y floreciente: con unos 2,5 millones de católicos, nuestra comunidad está plenamente comprometida con obras sociales, en los ámbitos de la educación y de la salud, contribuyendo así al crecimiento y al desarrollo humano, moral, social y espiritual de la nación».
(PA) (Agencia Fides 16/12/2025)