Conferenza Episcopale PNGSI
Port Moresby (Agencia Fides) – Ayudar y apoyar a los refugiados que viven en Papúa Nueva Guinea. Este es el objetivo de varios proyectos apoyados por la Conferencia Episcopal de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón y financiados por la Comisión Internacional para la Migración Católica (ICMC).
Fundada con el apoyo del Papa Pío XII, el entonces Sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano, Giovanni Battista Montini (futuro Papa Pablo VI), y el laico James J. Norris, la ICMC se creó para apoyar a las organizaciones católicas en la respuesta a las necesidades de las personas desplazadas y los refugiados. Varias estructuras han surgido gracias a la colaboración con las autoridades locales en diferentes zonas de la isla. La ICMC inspeccionó recientemente estas instalaciones para evaluar su eficacia y, mediante conversaciones con instituciones papúes, identificar sus fortalezas y debilidades a la hora de brindar apoyo y asistencia adecuados a los refugiados y las comunidades vulnerables que viven en el país. También se discutieron futuros proyectos destinados a promover la integración de los refugiados en la sociedad local.
Los principales beneficiarios de estos proyectos son los refugiados de Papúa Occidental que llegan a Puerto Moresby y viven en refugios improvisados o campos superpoblados. En su mayoría, son hombres solteros, sin familia, de entre 50 y 60 años. Sobreviven principalmente vendiendo leña, latas vacías, periódicos y por la ayuda de algunos benefactores. También hay mujeres, personas mayores y jóvenes que buscan trabajo.
Según datos de las Naciones Unidas, aproximadamente 10.000 refugiados de Papúa Occidental viven en campamentos en los alrededores de Puerto Moresby, como Hohola y Waigani, pero también en toda Papúa Nueva Guinea. Muchos de estos refugiados se han registrado y han obtenido la ciudadanía mediante un proceso de naturalización iniciado por el gobierno local. Recientemente, el país ha asumido importantes compromisos para mejorar la protección de los refugiados, incluyendo una reforma legal para el reconocimiento de la condición de refugiado a los futuros refugiados y la naturalización de los refugiados ya presentes. Sin embargo, muchos de estos refugiados siguen viviendo en condiciones precarias. Por ello, varias organizaciones católicas, como Cáritas Papúa Nueva Guinea, trabajan continuamente para mejorar la integración de los refugiados brindándoles también apoyo legal y sanitario.
(F.B.) (Agencia Fides 21/8/2025)