Santa Croce sull'Arno (Agencia Fides) – Una singular procesión con cientos de católicos chinos e italianos hizo resonar cantos y oraciones en italiano y en chino por las calles de Santa Croce sull'Arno, una pequeña ciudad de la provincia de Pisa, mientras se dirigían hacia la iglesia parroquial para la celebración eucarística. Esto ocurrió el domingo 25 de mayo, en el momento culminante de las celebraciones organizadas por la ciudad toscana con motivo de la 16ª Jornada de Oración por la Iglesia en China.
En su carta a los católicos chinos de 2007, el papa Benedicto XVI propuso que el 24 de mayo, memoria litúrgica de la Santísima Virgen María, Auxiliadora de los Cristianos -venerada «con tanta devoción en el santuario mariano de Sheshan, en Shanghái»- pudiera convertirse en «una ocasión para que los católicos de todo el mundo se unieran en oración con la Iglesia que está en China». Aquel año, el pontífice instituyó oficialmente esta fecha como el «Día de oración por la Iglesia en China», a celebrarse en todas las comunidades católicas del mundo.
Este año, los católicos chinos que residen en Italia se dieron cita en Santa Croce sull'Arno para conmemorar juntos esta jornada de oración. Fueron acogidos con gran hospitalidad por la diócesis de San Miniato y por la administración local del municipio toscano, que puso a disposición dos escuelas primarias para albergar, los días 24 y 25 de mayo, a los participantes llegados desde Turín, Milán, Nápoles, Macerata, Padua, Roma y Prato.
Gracias al cálido y fraternal apoyo del obispo de San Miniato, Giovanni Paccosi, y del párroco de Santa Croce, don Donato Agostinelli, el sacerdote chino Giovanni Yang Xiaogu -pastor de la comunidad china local-, junto con todos sus feligreses, hizo que los invitados procedentes de toda Italia se sintieran como en casa. «Que los católicos chinos se reúnan una vez al año para rezar por su país y por la difusión de la fe en esta gran historia que es China es algo grande y hermoso», declaró el obispo Giovanni Paccosi a la cadena local Tele San Domenico.
«Sin duda», añadió el obispo, «nuestra fe nos lleva a tener la dimensión del mundo, y la “división de lenguas de Babel” recupera su unidad en Cristo».
«Para Santa Croce sull’Arno», declaró el alcalde Roberto Giannoni a la misma cadena, «ha sido un honor acoger a la comunidad católica china en Italia para esta jornada de oración. Para nosotros ha sido realmente bonito tenerlos a todos aquí, haber pasado estos dos días con ellos, porque es un signo de hermandad y comunión. Un signo de que Santa Croce está siempre abierta a cualquier manifestación que pueda aportar sensibilización y paz al mundo».
El espíritu de comunión fraternal caracterizó todos los momentos compartidos durante los dos días, desde el montaje del campamento hasta la celebración eucarística, desde las comidas en común hasta el espectáculo cultural. El apretado programa incluyó momentos de oración y actos de devoción compartidos, como la procesión y el rezo del Santo Rosario.
(Agencia Fides 4/6/2025)