VATICANO - Las oraciones del cristiano en todas las lenguas: flamenco - Las raíces cristianas de los Pueblos de Europa

miércoles, 14 febrero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El holandés es una lengua perteneciente a la cepa germánica de las lenguas indoeuropeas. Se trata en efecto de un dialecto bajo-alemán, que ha adquirido el status de lengua nacional. El holandés se habla en los Países Bajos, Bélgica y en Suriname. El término neerlandese deriva de la palabra "neder land", literalmente "bajo país". Nederlanden califica el origen geográfico nederlandese o designa la lengua hablada en esta región. Nederlands y nederlander se traducen más comúnmente, con holandés o flamenco.
El flamenco comprende un conjunto de dialectos. En sentido estricto, se trata de flamenco occidental y flamenco oriental, hablados principalmente en las provincias belgas del Fiandra occidental y el Fiandra oriental, asài como en el Fiandra francés. Por extensión, se puede designar con flamenco el conjunto de dialectos del nederlandese que se hablan al sur del Rin, en particular aquellos hablados en Bélgica y en la Francia actual.
Flamenco además es un adjetivo que indica lo que es relativa al Fiandra y a sus habitantes. Por àultimo, los flamencos son los habitantes del Fiandra o los que hablan el holandés en Bélgica. El Fiandra o las Flandes, comprenden dos partes: el Fiandra marítimo, constituido por el suelo arcilloso arrancado del mar (los polder) y de dunas; el Fiandra interno y sus montes arenosos, los Montes del Fiandra, dónde se practica la agricultura cerealista y surgen industrias textiles y metalúrgico alrededor de polos de fuerte urbanización (Lille, Brujas, Tournai y Gand) los puertos y las estaciones balnearias de Dunkerque y Ostende.
En el siglo I A.C. el país flamenco estaba integrado en las provincias romanas de Bélgica, a finales del III siglo fue englobado en la Bélica Segunda. El cristianismo viene entonces introducido en algunas comunidades. Sólo a finales del I siglo estàn certificadas, en Gallia, las primeras comunidades cristianas de Lión y Viena, procedentes de los cristianos de origen oriental.
Con la llegada de Constantino (306/312), la nueva religión todavía estaba presente de forma débil en la región. Sus principios son oscuros, es seguro que antes de las grandes invasiones que empezaron en el 406 hubo algunos asentamientos esencialmente urbanos, pero no tuvieron comunidades suficientemente numerosas para establecer una jerarquía episcopal. Sin duda el cristianismo empezó a difundirse en forma de misiones de carácter provisional o gracias a las iniciativas de personas concretas. (J.M) (Agencia Fides 14/2/2007 - Líneas: 31 Palabras: 407)


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