VATICANO - “Cuando la fe cristiana es auténtica no mortifica la libertad ni la razón humana " recuerda el Papa Benedicto XVI en el ángelus; Llamamiento por la paz en el Líbano y en la franja de Gaza

lunes, 29 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La actualidad del pensamiento de Santo Tomás de Aquino, un llamamiento por la paz en Líbano y en la franja de Gaza, la jornada de los leprosos y el mes de la Paz celebrados por la acción Católica, ha sido los temas que ha tratado el Santo Padre Benedicto XVI durante el ángelus del domingo 28 de enero.
En la fiesta litúrgica de Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia, el Papa ha recordado que "él ofrece un válido modelo de armonía entre razón y fe, dimensiones del espíritu humano, que se realizan plenamente cuando se encuentran y dialogan". Recordando la actualidad del pensamiento de santo Tomás, el Santo Padre ha evidenciado que cuando "el hombre se limita a pensar sólo en objetos materiales y experimentables, se cierra a los grandes interrogantes de la vida, sobre sí mismo y sobre Dios, se empobrece… Cuando la fe cristiana es auténtica no mortifica la libertad ni la razón humana; entonces, ¿por qué la fe y la razón deben tenerse miedo, si al encontrarse y al dialogar pueden expresarse de la mejor manera?

La fe supone la razón y la perfecciona, y la razón, iluminada por la fe, encuentra la fuerza para elevarse al conocimiento de Dios y de las realidades espirituales. La razón humana no pierde nada al abrirse a los contenidos de fe, es más, estos exigen su libre y consciente adhesión”.
Luego el Papa ha lanzado un llamamiento por la paz en el Líbano: "En los días pasados, la violencia ha vuelto a ensangrentar el Líbano. Es inaceptable que se emprenda este camino para defender las propias razones políticas. Experimento una inmensa pena por esa querida población. Sé que muchos libaneses sienten la tentación de dejar toda esperanza y se encuentran como desorientados por todo lo que está sucediendo. Hago mías las fuertes palabras pronunciadas por Su Beatitud el cardenal Nasrallah Pierre Sfeir para denunciar los enfrentamientos fratricidas. Junto a él y junto a los demás responsables religiosos, invoco la ayuda de Dios para que todos los libaneses sin distinción puedan y quieran trabajar juntos para hacer de su patria una auténtica casa común, superando esas actitudes egoístas que impiden dedicarse verdaderamente a su país (Cf. exhortación apostólica de Juan Pablo II «Una esperanza para el Líbano», n. 94). A los cristianos del Líbano, repito la exhortación a ser promotores de un auténtico diálogo entre las diferentes comunidades, mientras invoco sobre todos la protección de Nuestra Señor del Líbano. Deseo, además, que cese cuanto antes la violencia en la franja de Gaza. Deseo expresar mi cercanía espiritual a toda la población y asegurarle mi oración para que prevalezca en todos la voluntad de trabajar juntos por el bien común, emprendiendo caminos pacíficos para superar las diferencias y tensiones”.
Después de la oración mariana, el Papa Benedicto XVI ha recordado la celebración de la Jornada mundial de los enfermos de lepra: "quisiera saludar y asegurar un particular recuerdo en la oración a todas las personas que sufren a causa de este mal. Les deseo la curación y, en todo caso, tratamientos adecuados y condiciones dignas. Aliento a los agentes sanitarios y a los voluntarios que les asisten, así como a cuantos unen sus esfuerzos de diferentes maneras para superar algo que no es sólo una enfermedad, sino una plaga social. A favor de esta noble causa se han entregado, siguiendo las huellas de Cristo, muchos hombres y mujeres, entre los que quiero recordar a Raoul Follereau y al beato Damián de Veuster, apóstol de los leprosos en Molokai”.
Al término de los saludos, dirigiendo a la Acción Católica Jóvenes de la Diócesis de Roma, el Papa Benedicto XVI ha saludado a los chicos, reunidos en la plaza de San Pedro para la conclusión del "Mes de la Paz”, acompañada por el Cardenal Vicario, sacerdotes, padres, educadores y profesores. "¡Dos representantes vuestros están aquí junto a mí, y a continuación me ayudarán a soltar dos palomas, símbolo de paz - ha dicho el Papa -. ¡Pero los verdaderos mensajeros de la paz sois vosotros! Con las alas de la bondad y de la fe, lleváis por todas partes la alegría de ser hijos del mismo Padre que está en los Cielos y de vivir como hermanos." (S.L) (Agencia Fides 29/1/2007; Líneas: 50 Palabras: 748)


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