VATICANO - "El ecumenismo es una experiencia de dialogo profunda, un escucharse y hablarse, un conocerse mejor; es una tarea que todos pueden realizar, especialmente en lo relativo al ecumenismo espiritual, basado en la oración y en compartir lo que es posible por ahora entre los cristianos": la exhortación del Papa Benedicto XVI en el ángelus

lunes, 22 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En el corazón de la "Semana de oración por la unidad de los Cristianos", antes de recitar la oración del ángelus con los fieles reunidos en la plaza de San Pedro el domingo 21 de enero, el Santo Padre Benedicto XVI ha recordado el tema elegido para el 2007 - "¡Hacer oír a los sordos y hablar los mudos!" (Mc 7,37) - reservándose un comentario más amplio para el próximo 25 enero, durante la celebración de las Vísperas en la Basílica de San Pablo Extramuros en la conclusión de la Semana. " Os espero numerosos en tal encuentro litúrgico, ya que la unidad se hace sobre todo orando, y cuánto más coral es la oración, más agradable es al Señor".
En su discurso el Santo Padre ha recordado que este año el proyecto inicial para la "Semana", ha sido preparado por los fieles de Umlazi, en Sudáfrica, "ciudad muy pobre, donde el Sida ha adquirido proporciones de pandemia y donde las esperanzas humanas son muy pocas. Pero Cristo resucitado es esperanza para todos - ha subrayado el Santo Padre -. Lo es especialmente para los cristianos… Cristo lo puede todo, Él «hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (Mc 7,37), o sea, es capaz de infundir en los cristianos el deseo ardiente de escuchar al otro, de comunicarse con el otro y de hablar junto a él el lenguaje del amor recíproco”.
"La Semana de oración por la unidad de los Cristianos nos recuerda así que el ecumenismo es una experiencia de dialogo profunda, un escucharse y hablarse, un conocerse mejor; es una tarea que todos pueden realizar, especialmente en lo relativo al ecumenismo espiritual, basado en la oración y en compartir lo que es posible por ahora entre los cristianos”. El Papa Benedicto XVI ha expresado después el deseo de que "el anhelo por la unidad, traducido en oración y fraterna colaboración para aliviar los sufrimientos del hombre, se difunda cada vez más a nivel de las parroquias y de los movimientos eclesiales y entre los Institutos religiosos", y ha agradecido a quienes, en todas las partes del mundo, "rezan y trabajan con convicción y constancia la unidad".
Después de la oración mariana, el Papa Benedicto XVI ha recordado la Jornada de la escuela católica que se celebra en la diócesis de Roma, y saludando a la representación de dirigentes, docentes, padres y alumnos presentes, ha dicho que "los institutos escolares católicos se ponen al servicio del crecimiento integral de la persona" y ha renovado su aprecio por el trabajo que realizan, "tratando siempre de conjugar la calidad de la instrucción con el empeño educativo". Por último el San a Padre ha dirigido un particular saludo a los promotores del proyecto "Cambia de juego", "que ha invitado a los niños en la ciudad de Lecce a abandonar los juguetes de armas", congratulándose por la iniciativa, el Papa Benedicto XVI ha manifestado querer ampliar el llamamiento: "¡preservemos a la infancia del contagio de la violencia!" (S.L) (Agencia Fides 22/1/2007; Líneas: Palabras:


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