VATICANO - "La calidad del clero depende de la seriedad de su formación" recuerda el Papa Benedicto XVI al Almo Colegio Capranica, subrayando la necesidad de "una seria formación humana, cultural y espiritual, abierta a las exigencias propias de los tiempos y los lugares"

sábado, 20 enero 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En la inminencia de la fiesta de la Patrona del Almo Colegio Capranica, Santa Inés, el Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia el viernes 19 de enero, al final de la mañana, a los miembros de la Comunidad del “más antiguo colegio eclesiástico romano”, acompañados por el Cardenal Vicario Camillo Ruini, el arzobispo Pio Vigo, y el Rector, Mons. Ermenegildo Manicardi. El Papa ha recordado ante todo la historia del Colegio, fundado hace 550 años, el 5 de enero de 1457, por el Cardenal Domenico Capranica, Arzobispo de Fermo, para que pudiera acoger a jóvenes estudiantes llamados al sacerdocio. "La naciente institución fue la primera en su género en Roma; inicialmente reservado a los jóvenes romanos y de Fermo, extendió luego su hospitalidad a alumnos de otras regiones italianas y de diversas nacionalidades". Dos Papas fueron alumnos del Capranica: durante casi cuatro años el Papa Benedicto XV, y luego, por un período más breve, el Siervo de Dios Pio XII.
Interrogándose sobre las motivaciones que empujaron el Cardenal Capranica a fundar esta obra, el Papa Benedicto XVI ha recordado su intento de poner en marcha un instituto "que fuese exclusivamente destinado a la formación de los futuros sacerdotes, con atención preferencial a los candidatos con menos posibilidades" anticipando así la institución de los "seminarios" actuada por el Concilio de Trento. "Pero no hemos enfocado todavía la motivación de fondo de la iniciativa - ha continuado el Santo Padre -: ella consiste en la convicción de que la calidad del clero depende de la seriedad en su formación. Ahora bien, en tiempos del Cardenal Capranica, faltaba una esmerada selección de los aspirantes a las sagrados Órdenes: a veces eran examinados sobre literatura y canto, pero no sobre teología, moral y derecho canónico, con inimaginables repercusiones negativas en la Comunidad eclesial. He aquí porque, en las Constituciones de su Colegio, el Cardenal impuso a los estudiantes de teología el acercamiento a los mejores autores, especialmente a Tomás de Aquino; a los de derecho la doctrina del Papa Inocencio III, y para todos la ética aristotélica. No contento con las lecciones del Studium Urbis, aseguró repeticiones suplementarias provistas directamente por especialistas dentro del Colegio. Esta impostación de los estudios fue insertada en un cuadro de formación integral, basado en la dimensión espiritual, que tuvo como pilares los Sacramentos de la Eucaristía - cotidiana - y de la Penitencia - al menos mensual - y estaba sustentada por las prácticas de piedades prescritas o sugeridas por la Iglesia. Gran importancia tuvo también la educación caritativa, sea en la vida fraterna ordinaria como en la asistencia a los enfermos; como también la que hoy llamamos "experiencia pastoral". Estaba previsto en efecto que en los días festivos los alumnos desarrollaran algún servicio en Catedral o en las otras iglesias del lugar."
El Santo Padre ha concluido su discurso recordando la validez de las motivaciones del Card. Capranica: la elección de "una seria formación humana, cultural y espiritual, abierta a las exigencias propias de los tiempos y los lugares" y ha exhortado a pedir al Señor, por intercesión de Maria Santísima y de Santa Inés, "que el Almo Colegio Capranica continúe en este su camino, fiel a su larga tradición y a las enseñanzas del Concilio Vaticano II". (S.L) (Agencia Fides 20/1/2007 - Líneas: 41 palabras: 593)


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