ASIA/TIMOR ORIENTAL - "Timor Oriental tiene necesidad de diálogo y reconciliación. ¡Trabajemos juntos en armonía! ", dice después de 100 días de gobierno el Primer Ministro Ramos-Horta, alabando el papel de la Iglesia en el desarrollo humano del pueblo de Timor

viernes, 10 noviembre 2006

Dili (Agencia Fides) - La pequeña nación de Timor Oriental todavía se encuentra en medio de la tensión, mientras que las autoridades temen que se produzcan nuevos desórdenes. Hay que "trabajar juntos por la armonía", ha dicho el Primer Ministro José Ramos-Horta, después de cien días de gobierno, al sustituir a Mari Alkatiri el pasado verano. El Primer ministro ha definido la situación en la capital Dili, como "muy tensa", a causa de la presencia de grupos "con objetivos criminales antes que políticos". En un discurso ante el Parlamento, con ocasión de los sus primeros cien días de gobierno, Ramos-Horta indició entre las prioridades la reconciliación del país, invitando a toda la ciudadanía a la pacificación y a la tolerancia y reconociendo con claridad el empeño y la contribución ofrecidas por la Iglesia en la reconciliación nacional.
La situación de la seguridad interior del país, aún habiendo mejorado, continua siendo tensa "por la presencia de organizaciones criminales apoyadas por personas que quieren subvertir la autoridad del estado", minar la estabilidad y la consolidación.
Precisamente para mantener la paz, el gobierno ha aceptado la ayuda del Consejo de seguridad de la ONU y la intervención de los militares de una fuerza internacional, compuesta por Australia, Malasia, Nueva Zelanda y Portugal, llegada al país con el mandato de ayudar los timoreses a restablecer la paz.
Ramos-Horta ha manifestado la urgencia del diálogo y la reconciliación, subrayando que "la promoción del diálogo se desarrolla desde la base hasta la cumbre", responsabilizando así a cada ciudadano a abandonar propósitos de violencia y a tener una actitud pacífica. El Primer ministro también se ha centrado en el problema de los refugiados, afirmando que más de 70.000 personas todavía viven como evacuados, en los distritos rurales y 23.000 en la capital Dili. El gobierno ha prometido dar una casa a los desplazados, trabajar por el desarrollo económico, mejorar la transparencia de la pública administración, convocar libres elecciones parlamentarias en el 2007.
En el proceso de reconstrucción civil, moral y social del país también participa la Iglesia católica a Timor Este, un país en el que el 95% de la población está compuesta por fieles católicos. La Iglesia siempre ha estado cercana al pueblo t en la fase de la lucha por la independencia, en la defensa de los derechos humanos, en el proceso de reconciliación nacional, promoviendo "la verdad en la justicia". El Primer ministro Ramos-Horta ha afirmado que quiere establecer una relación de provechosa colaboración con la Iglesia católica, alabando su papel social y civil. Por último, ha renovado la invitación a la Iglesia "a asumir un papel fundamental en la educación y en el crecimiento de nuestro pueblo, para el desarrollo humano y la lucha contra la pobreza". (PA) (Agencia Fides 10/11/2006 Líneas: 35 Palabras: 495)


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