ASIA/CHINA - Las comunidades católicas han celebrado la conmemoración de los difuntos con numerosas iniciativas, sintonizando tradición cultural china y espíritu cristiano

miércoles, 8 noviembre 2006

Pekín (Agencia Fides) - La oración, un gesto de caridad, un pequeño ayuno, la participación en los sacramentos han caracterizado la celebración cristiana de la conmemoración de los difuntos en la comunidad china, según la liturgia de la Iglesia. Según confirman algunos sacerdotes de Pekín, "la conmemoración de los difuntos es un momento favorable para unir a los fieles, purificar el alma, consolidar la fe, sensibilizar al sentido de la devoción. Normalmente vivimos con intensidad este día fuerte de la fe, reflexionando sobre la vida y la muerte a la luz de la fe. La cultura y la tradición china están en perfecta sintonía con la fe cristiana desde el punto de vista del recuerdo y del respeto reservados a los difuntos y antepasados. En realidad, los fieles chinos celebran prácticamente dos veces la conmemoración de los difuntos: según la tradición cristiana el 2 de noviembre, según la tradición china el 5 de abril, en la fiesta que se llama Qing Ming. Pero los cristianos viven las dos jornadas en un espíritu de fe cristiana, como una oportunidad para experimentar una fe auténtica, purificada e inculturada".
En el arco de dos semanas en torno al 2 de noviembre, las comunidades católicas organizan en China numerosas iniciativas para la conmemoración de los muertos. Centenares de fieles de la Catedral de la diócesis de Jing Xian, al Norte del continente, dirigidos por su párroco, celebraron el 2 de noviembre la Santa Misa en el cementerio católico, ofreciéndola en sufragio por los Obispos, sacerdotes y religiosos difuntos. En la comunidad de Dong Po, en la provincia suroeste de Si Chuan, los sacerdotes prepararon diversas iniciativas para los fieles, entre ellas la visita a las tumbas, un encuentro de oración, Misas por los difuntos que no tienen familiares… En Pekín las parroquias han organizado visitas al cementerio católico, en la periferia de Pekín, según turnos y horarios diferentes, para evitar una multitud excesiva. (N.Z) (Agencia Fides 08/11/2006 Líneas: 24 Palabras: 339)


Compartir: