ASIA/CHINA - Peregrinación de ancianos de la parroquia de S. José a Pekín hace redescubrir la grandeza de la creación del Señor y la tradicional virtud china del respeto hacia los ancianos

jueves, 26 octubre 2006

Pekín (Agencia Fides) - Para experimentar la profunda unión entre Dios y el hombre y valorizar la tradicional virtud china de respeto y amor hacia los ancianos, la parroquia de San José en Pekín ha organizado una Peregrinación "especial" destinada a los ancianos, de cara a la tradicional Fiesta de los Ancianos: escalar la montaña de Bai Hua (significa "mil flores") en la periferia de Pekín. Han participado en la peregrinación más de 130 ancianos de la parroquia con mucho entusiasmo y satisfacción espiritual. Durante la misma se ha celebrado la Santa Misa y ha habido momentos de convivencia entre todos. Durante la Misa celebrada en la meseta de la montaña, el párroco ha dicho a los presentes: "Hoy el cielo es el techo de nuestra iglesia, la tierra es nuestro altar. Nuestro himno de alabanza sube directamente a Dios Creador, que ha creado todas este maravillas que hemos visto a lo largo del camino, las flores, el río, las palomas blancas que vuelan en el cielo azul, la montaña, los frutos de oro en los árboles…. ¿Cómo no dar gracias continuamente a Dios? Ofrezcamos a todos y todo de nuestra parroquia - las familias, los enfermos, los nuevos bautizados, los catecúmenos, la misión, la pastoral… - al Señor. Pidamos por la difusión del Evangelio por toda la tierra china, por la unidad de la Iglesia, por la protección del entorno".
La primera construcción de la parroquia de S. José de Pekín se remonta al lejano 1655. Entonces el emperador chino Shun Zhi ofreció una parcela de terreno de la casa imperial a los misioneros jesuitas P. Buglio, portugués, y P. de Magalhaens, para construir una iglesia católica dedicada a San José. El templo fue destruido en 1720 durante un terremoto y reconstruido el año siguiente. Conservó muchas obras del famoso misionero jesuita P. Giuseppe Castiglione. La iglesia fue destruida otras dos veces, en 1808 y en 1900. En 1904 fue consagrada la nueva iglesia de S. José, que se encuentra hoy en el centro de Pekín, con una imagen de S. José expuesto en la plaza que acoge a millares de turistas y transeúntes, chinos y extranjeros. En las actividades pastorales de la parroquia siempre ha sido utilizado este entorno favorable, exponiendo los carteles y la instrucción de la fe católica en la plaza, armonizando la fe y cultura, la evangelización y el servicio social. Las puertas de la iglesia siempre están abierta a todos, ofreciendo una acogida calurosa. (Agencia Fides 26/10/2006 Líneas: 28 palabras: 441)


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