ASIA/THAILANDIA - Congreso Misionero Asiático - Concluyen los trabajos del Congreso: ahora nos toca escribir "páginas nuevas" de la historia de Jesús en Asia

lunes, 23 octubre 2006

Chiang Mai (Agencia Fides) - El Primer Congreso Misionero asiático ha cerrado sus puertas con la satisfacción general de sus participantes. El último día de su celebración, domingo 22 de octubre, estuvo centrado en los últimos testimonios y en la Celebración Eucarística conclusiva presidida por el enviado Especial del Santo Padre, el Cardinal Crescenzio Sepe.
La mañana ha reservado los últimos momentos para escuchar las experiencias. Ha sido el p. Niphot Thienvitharn, como Director del Diocesan Social Action Center de la Diócesis de Chiang Mai, quien ha narrado a los Delegados la experiencia de la Diócesis de Chiang Mai. La presencia de los Tribales de lengua y cultura diferente de la etnia mayoritaria Thai, obliga a la Diócesis de Chiang Mai a una conforntación cotidiana con los temas de la inculturación. El P. Niphot ha contado de los esfuerzos realizados por su equipo por comprender cada vez más a fondo la cultura de las diversas tribus, buscando a la vez sugerir caminos y direcciones útiles para la evangelización. La tarea no es de los más sencillas, hay que hacer frente a la continua fuga de jóvenes que dejan la vida de las aldeas para dirigirse a las ciudades, atraídos por la modernidad y por una vida más comodada.
Antes de la Celebración Eucarística ha habido un tiempo para realizar un esbozo de las primeras conclusiones provisionales, operación que es coordinada por Su Exc. Mons. Orlando Quevedo. Cómo Secretario General de la FABC le corresponde hacerse cargo de las grandes esperanzas que este Congreso ha suscitado en los representantes de las Iglesias de Asia. Las orientaciones que la FABC ha hecho suyas se dividen en tres grandes direcciones: respecto a nuestra vida personal, respecto a las otras Religiones y en relación con las culturas.
A nivel personal se recuerda el compromiso de ser oyentes atentos de la historia de Jesús narrada sobre todo en las Sagradas Escrituras, escucha a la que hay que contribuir escribiendo a nuestra vez páginas nuevas de esta narración. Nuestra vida, nuestra adhesión al Evangelio es la continuación, tras la huella de los Hechos de los Apóstoles, de la narración de las maravillas del Señor entre los pueblos. En particular, se evidencian algunos ámbitos de atención respecto a los pobres, los que sufren, los emigrantes, las mujeres y niños. En la conclusión de esta parte, se invitan a todas las comunidades a promover la participación del laicado, especialmente de los jóvenes, futuro de la Iglesia en Asia.
En la confrontación con otras Religiones, el compromiso es el de un mayor conocimiento recíproco para poder así comprender y leer las semillas del Verbo presente en las otras tradiciones religiosas. Se recomienda introducir programas adecuados en las instituciones culturales y en los seminarios de modo que se incremente la aptitud a la comprensión y al respeto. La llamada a una mayor atención pastoral de las situaciones de matrimonio mixto se convierte en un compromiso concreto por parte de todas las comunidades.
En la relación con las diferentes culturas, la invitación que los Delegados hacen propia es la de integrar los valores positivos presentes en las culturas asiáticas en nuestra vivencia cristiana diaria. El compromiso de todas las comunidades cristianas consiste, por consiguiente, en promover una cultura de servicio, de compasión, de meditación, de reconciliación y de armonía. Este empeño debe tocar también las formas de expresión de toda cultura como la danza, la arquitectura y las distintas artes de las que se puede beneficiar la narración de la historia de Jesús. Inequívoca la invitación a continuar y reforzar toda forma de inculturación y de diálogo interreligioso, a todos los niveles. (M.R) (Agencia Fides 23/10/2006; Líneas: 45 Palabras: 625)


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