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Chiang Mai (Agencia Fides) - El tercer día del Congreso Misionero Asiático ha puesto el acento en el rol de Jesús en las religiones presentes en Asia. Durante la mañana, después de la misa presidida por el Card. Micheal Michal Kitbunchu, los delegados escucharon 4 preciosos testimonios que, a partir de la narración de su particular experiencia, han entregado a los delegados las claves de lectura sobre la figura de Jesús en confronto con las grandes tradiciones religiosas presentes en Asia.
Mr. Vaduz Sabu, Secretario general de Asia Muslim Action Network, musulmán de Bangladesh, confirmó que Jesucristo es reconocido como Profeta por parte del Islam. E por lo tanto importante que los creyentes de ambas fe aprendan a conocerse y a colaborar juntos en modo de enriquecerse mutuamente.
El hermano dominico Jean Tamaka, japonés, que abrazó la vida monástica después de la conversión del Budismo, habló con los delegados sobre la historia y las motivaciones de su conversión. El giro de su vida sucedió cuando, en contacto con un misionero, entendió que el Cristianismo lee toda la existencia en términos de relación con Dios, mientras el Budismo busca la verdad sin Dios, solo en referencia al hombre. En consecuencia, concluyó hno. Jean, el Cristianismo privilegia las relaciones interpersonales en contraste con el budismo que, al contrario, privilegia una aproximación individualista de la vida.
Mr. Aravindaksha Menon, proviene de una familia de Brahmini. Después de un periodo de gran tranquilidad en el trabajo y en la vida familiar, tras una grave crisis financiera, se siente arruinado al punto de contemplar como única vía de salida el propio suicidio. La conversión al Cristianismo sucedió con el encuentro con el Evangelio que dio respuestas a su estado de angustia. Rezarle a Jesús lo reanimó de la desesperación y la cercanía de la comunidad cristiana y el camino hacia el Bautismo le han dado la fuerza para retomar el entusiasmo y la alegría de vivir.
Concluyó esta serie de intervenciones el testimonio del Cardenal Telesphore Toppo, Arzobispo de Ranchi en India y Presidente de la Conferencia Episcopal India. El primer Cardenal de tribal de la India, contó como el anuncio del Evangelio contribuyó a que los tribales de su área adquirieran mayor conciencia sobre la propia dignidad. Este proceso los ha llevado a reivindicar los propios derechos y a afrontar con conciencia las injusticias sociales de las que eran sujetos. El trabajo con los tribales en estos años tuvo resultados notables, basta pensar que en el periodo de 54 años (1873-1927) el número de bautizados ha pasado de 0 a más de 2 millones.
La tarde fue completamente ocupada por los trabajos en grupo en los que los delgados han discutido sobre la pregunta: “¿Qué cosa aprecio en los fieles de las otras religiones en mi país?”. Han surgido aportes verdaderamente preciosos porque nacidos de la experiencia de cada uno de los delegados. Al margen de los trabajos, Mons. Tagle, Obispo de Imus (Filipinas), reflexionó sobre el valor del diálogo interreligioso. Las religiones, en el pensamiento del Obispo, no debe ser una fácil disculpa detrás de la cual esconder las verdaderas razones de un conflicto. Es tarea de todo hombre purificar la propia adhesión aborreciendo todo tipo de fundamentalismo. Las religiones, al contrario, tienen la oportunidad de contribuir eficazmente a la construcción de la paz.
No obstante el tema de la jornada haya llegado a tocar inevitablemente la cuestión del Diálogo Interreligioso, de varias partes se hizo notar como la aproximación no ha sido exhaustiva. Hablando del diálogo interreligioso no se ha querido entrar en la gran problemática de la relación con el mundo islámico en Asia. Por parte de algunos delegados se ha pedido tener, más allá del compartir de las experiencias personales, unas líneas pastorales operativas que puedan ayudar concretamente las comunidades en Asia a contar la “Historia de Jesús” en el contexto asiático marcado por la relación con las otras religiones. (M.R.) (Agencia Fides 21/10/2006)
