ASIA/TAIWÁN - La Congregación de los Discípulos del Señor, CDD festeja 75 años de fundación: la primera congregación nacional china fundada por el primer Delegado Apostólico, el Card. Celso Costantini

jueves, 19 octubre 2006

Taipei (Agencia Fides) - “Glorificar al Señor, santificar la propia vida y evangelizar el mundo chino”: son los objetivos esenciales de la Congregación de los Discípulos del Señor (Congregatio Discipulorum Domini, CDD) que está festejando sus 75 años de vida. Según cuanto refiere el Christian Life Weekly, boletín semanal de la Arquidiócesis de Taipei, hoy los religiosos de la congregación ya no son exclusivamente de origen chino, sino que vienen también de Malasia, Indonesia, Filipinas, Vietnam… donde la congregación se ha difundido. Sus miembros son activos sobre todo en el campo de la instrucción (con la gestión de escuelas superiores), de las publicaciones católicas, del servicio social y pastoral.
En 1922, después de Navidad, el primer Delegado Apostólico, el misionero Lazarista Mons. Celso Costantini, partió hacia China. Cuatro años después acompañó a los primeros 6 Obispos de origen chino a Roma, para recibir la consagración de Papa Pío XI el 28 de octubre de 1926, exactamente hace 80 años. Así se pusieron las bases para la institución de la Jerarquía China 20 años después. En 1927, con la ayuda de su Secretario personal, el Vicario Apostólico de Xuan Hua, uno de los primeros Obispos chinos consagrados el año anterior por el Papa Pío XI, Mons. Filippo Chao Huai Yi, Mons. Costantini compró un pedazo de terreno a orillas del río, en Xuan Hua, donde construyó la casa madre de la futura Congregación que tenía en mente, a la que le dio el nombre “Casa de Emaús”. El 31 de marzo de 1931, la Congregación de los Discípulos del Señor es fundada oficialmente en el Vicariato Apostólico de Xuan Hua, con la aprobación de la Sagrada Congregación de Propaganda Fide. Desde 1948 los religiosos comenzaron a moverse hacia Indonesia, Filipinas, Malasia, Estados Unidos, Roma, Hong Kong y Taiwán. En 1949 la casa generalicia se transfirió oficialmente a Taipei. Desde aquí la congregación se proyectó hacia las diócesis de Hua Lien, Kao Hsiun. Los compromisos de los religiosos comprendían el campo de la educación, el servicio social, las publicaciones misionares, la casa editorial, la pastoral parroquial…
Las motivaciones que llevaron Mons. Costantini a fundar una congregación china fueron esencialmente dos: combatir el prejuicio de la opinión pública china de entonces que consideraba el Catolicismo como una religión extranjera, y la necesidad de la Iglesia en China de formar propios sacerdotes, para presentar el Evangelio a los compatriotas en modo adecuado. Tomó el nombre de la Congregación de los Discípulos del Señor para recordar a Cristo que mandó sus discípulos como pioneros del Evangelio, así los religiosos deben seguir su ejemplo, haciéndose pioneros del anuncio de Jesús. El centro de la espiritualidad de la congregación es Cristo mismo: “en Él en efecto vivimos, nos movemos y existimos” (Hch 17,28). A la base de la espiritualidad están el amor a la Eucaristía y la fidelidad a la Santa Sede. Una de las características de la misión es la atención a la inculturación. (Agencia Fides 19/10/2006)


Compartir: