ASIA/INDONESIA - La Iglesia reza y espera la salvación de los tres católicos condenados a muerte, después de la suspensión de la ejecución

lunes, 11 septiembre 2006

Yakarta (Agencia Fides) - Esperanzas y preocupaciones atraviesan la comunidad católica de Indonesia por la suerte de los tres fieles católicos condenados a muerte en Poso, localidad en la isla de Sulawesi. Fabianus Tibo, Marinus Riwa y Dominggus da Silva han sido condenados a muerte porque han sido acusados de homicidios realizados durante los choques interreligiosos en Poso en los años 2000-2002, en los que el área atravesó un conflicto civil en las islas Molucas.
La sentencia de ejecución, prevista en un primer momento para el 11 de agosto, fue suspendida después de una campaña de sensibilización y de oración realizada por la Iglesia en Indonesia, que pidió y obtuvo reclamos de carácter internacional, como el lanzado por el Santo Padre Benedicto XVI. El aplazamiento de la ejecución fue motivado por la necesidad de “examinar con más atención las informaciones y las pruebas a disposición”.
El P. Patrizius Pa, Director de las Pontificias Obras Misioneras en Indonesia explicó a la Agencia Fides: “La Iglesia en Indonesia está haciendo todo lo posible para salvar la vida de los tres fieles. Estamos cercanos a ellos y deseamos que la pena de muerte sea abolida en Indonesia. La vida humana depende de Dios Creador y no puede ser tocada por el hombre. También las autoridades locales creen que sea importante no tomar una decisión equivocada, con una condena apresurada. En muchas partes de Indonesia las comunidades católicas locales están organizando manifestaciones de sensibilización y de oración. Nuestra esperanza no se derrumba. Que el Señor escuche nuestra súplica”.
Entre las organizaciones que, dentro y fuera de Indonesia, continúan a luchar por salvar a los tres cristianos, la Comunidad de San Egidio deseó que se tenga en cuenta los nuevos testimonios a favor de los condenados y todavía no recibidas con el fin de un juicio justo. San Egidio pide asimismo que se abra de nuevo el debate iniciado en el Parlamento de Indonesia sobre la compatibilidad de la condena de muerte con los principios fundamentales del estado indonés (la “Pancasila”, que asegura el derecho y el respeto de la vida y de la dignidad de todo ser humano) y que, con el fin de poder llevar adelante este debate con serenidad, sea puesta en acto una moratoria de las ejecuciones.
También la Iglesia local ha dado un gran aporte y espera que la sentencia se suspenda definitivamente o sea transformada en cadena perpetua. Según el padre Jimmy Tumbelaka, capellán de los tres condenados, el pueblo indonés es contrario a la ejecución y es conciente de que esta ejecución no podría sino traer un resurgimiento de las violencias interétnicas. El Obispo de Manado, Mons. Joseph Suwatan, se alegró por la suspensión de la ejecución y pidió oficialmente un gesto de clemencia - como pedía en su Carta el Santo Padre - esperando que Indonesia pueda renunciar definitivamente a la pena capital.
En Italia está trabajando el “Comité Justicia y Paz” formado por la comunidad católica indonesa. El grupo está formado sobre todo por religiosos y seminaristas que se encuentran en Italia para sus estudios teológicos, pero que ven su presencia en Italia como una preciosa oportunidad de vincular las urgencias de la Iglesia indonesa con la Santa Sede y la Iglesia universal. (PA) (Agencia Fides 11/9/2006)


Compartir: