ASIA/INDONESIA - “Para las víctimas del terremoto y los prófugos de Yoyakarta y Bandung la emergencia humanitaria continúa, es necesario hacer más cosas y más rápidamente, antes de la llegada de las lluvias”, afirma el Director de las Pontificias Obras Misioneras en Indonesia

miércoles, 6 septiembre 2006

Yakarta (Agencia Fides) - “Nuestra ayuda humanitaria para los refugiados indonesios, afectados por los desastres naturales de los meses pasados, no se detiene. El grupo de laicos y voluntarios de las Pontificias Obras Misioneras continúa en el trabajo de recaudación de fondos, alimento, cubiertas y material útil. Las víctimas del terremoto de Bandung y Yoyakarta necesitan todavía de nuestra ayuda. La situación está mejorando lentamente en ambas áreas, pero es necesario trabajar por la reconstrucción, para que los prófugos puedan regresar a sus casas y puedan retomar una vida normal. Los grupos católicos y toda la Iglesia están ofreciendo un aporte significativo a favor de las poblaciones locales. Pero es necesario hacerlo más rápido y hacer más aún, porque están por llegar las lluvias”. Es el testimonio dado a la Agencia Fides del p. Patrisius Pa, Director de las Pontificias Obras Misioneras en Indonesia, mientras siguen adelante los esfuerzos del gobierno indonesio, de la comunidad internacional y de la Caritas en las áreas afectadas por los dos terremotos de los meses pasados (en Yoyakarta en mayo; en Pangandaran-Bandung en julio).
Según un reciente reporte de la Caritas Internationalis, a pesar de las ayudas hasta ahora dispuestas, más del 40% de la población en las áreas afectadas por los dos terremotos no ha recuperado todavía una condición de vida digna y se corre un gran riesgo de pobreza y epidemias, especialmente al acercarse la estación de las lluvias monzónicas, que se desplegarán plenamente en el mes de octubre. “Estamos tratando de cubrir las necesidades de habitación y alimento de los prófugos, pero logramos seguir solamente 300 familias, mientras miles necesitan asistencia. La emergencia humanitaria no ha terminado”, explica Paul Armour, operador de la Confederación Caritas en Indonesia.
Según los operadores humanitarios, la obra de reconstrucción sufrirá una previsible interrupción durante la estación de las lluvias, es necesario por lo tanto prepararse desde ahora para esta eventualidad, comenzando a organizar la transferencia de los refugiados a otras zonas, donde podrán recibir la asistencia adecuada. Además queda el alto riesgo de las erupciones del volcán Merapi, que preocupa fuertemente a los sismólogos y autoridades civiles.
Debe ser considerado también el problema de la emergencia sanitaria, sobre todo en los más débiles, como niños, mujeres y ancianos. Por esto diversas Organizaciones no gubernamentales, locales e internacionales, están empeñadas en el campo con proyectos específicos de asistencia médica. (PA) (Agencia Fides 6/9/2006)


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