EUROPA - Diversas Conferencias Episcopales de Europa se oponen al programa de la Unión Europea de investigación con células madre porque atenta contra el derecho fundamental a la vida de seres humanos

viernes, 28 julio 2006

Madrid (Agencia Fides) - “La Iglesia está a favor de la investigación científica que sirve al ser humano, pero une su voz a la de todos aquéllos que, en nombre de la ética, denuncian programas científicos que atentan contra la vida humana”: afirman los Obispos españoles en un comunicado emitido ayer 27 de julio, ante la aprobación el pasado lunes día 24, en el Consejo de Ministros de la unión Europea, de un programa de investigación que prevé la financiación de proyectos que comportan la destrucción de vidas humanas en su fase embrionaria.
Consideran los Obispos que esta decisión “implica un compromiso éticamente inaceptable” pues si bien no se financia la destrucción de embriones, sin embargo “si se financia la investigación con células madre embrionarias cuya obtención exige la destrucción de embriones”. Además - continua los Obispos - “ni siquiera se determina una fecha límite para la obtención de las células, de modo que un mismo investigador podrá primero destruir embriones para obtenerlas y, a continuación, solicitar una subvención de la Unión Europea para investigar con el "material" obtenido”. Por ello, consideran que esta normativa es “gravemente injusta porque atenta contra el derecho fundamental a la vida de seres humanos en los primeros estadios de su existencia” y es además innecesaria “porque hay otras vías de investigación con células madre adultas que no presentan problemas éticos y que ya han dado lugar a resultados clínicos esperanzadores”.
En este mismo sentido también se ha declarado la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), en un comunicado emitido el 27 de julio, firmado por Mons. Monseñor Adrianus Van Luyn, Obispo de Rótterdam y Presidente de la COMECE y Mons. Noël Treanor, Secretario General. En el comunicado el Secretariado de la COMECE “reitera su objeción a la financiación de la UE de la investigación que implica directa o indirectamente la destrucción de embriones humanos”. Y muestra su perplejidad “por la contradicción entre esta decisión, que es un ataque a la dignidad humana y al principio de la vida, y el objetivo de la Unión Europea de promover terapias encaminadas a salvar vidas humanas”.
También la Conferencia Episcopal Italiana se ha pronunciado afirmando que “la ciencia debe servir al hombre y no servirse de él, sobre todo cuando se encuentra en la condición de su máxima fragilidad, como es un embrión en los primeros días de su vida”. Y realizan un llamamiento a los “políticos italianos y a cuanto todavía puedan realizar algo para frenar este problema ético, que reduce el embrión humano a material biológico, y pide a la Unión Europea que en modo alguno facilite con financiación propia, este grave atentado contra la dignidad del hombre que traiciona el valor fundamental de la vida humana, sin el cual, cualquier otro valor individual o social pierde su consistencia”.
La Conferencia Episcopal Española también ha emitido otro comunicado titulado “la eugenesia no es curación. A propósito de supuestos avances de la sanidad”, ante el caso ocurrido en España de una niña que ha nacido sin una enfermedad hereditaria y que muchos medios de comunicación han presentado como "liberada de un mal hereditario" y como un progreso que la sanidad pública pone al alcance de los padres portadores de alguna enfermedad que pueden transmitir a sus hijos. Sin embargo los Obispos aclaran que “con el diagnóstico genético preimplantacional, (empelado en este caso) no se cura a nadie, lo que se hace es seleccionar a los enfermos para la muerte y a algún sano para que viva”. “Eliminar embriones (enfermos o sanos) - continúan los Obispos - es atentar muy gravemente contra el derecho fundamental a la vida de seres humanos en las primeras fases de su desarrollo vital”. Concluye el comunicado afirmando que “el hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no basta para presentar como progreso unas prácticas que no tienen en cuenta el derecho a la vida de sus hermanos generados in vitro. La justicia y la solidaridad exigen de todos el compromiso con la verdad”. (RG) (Agencia Fides 28/7/2006 Líneas: 49 Palabras. 695)


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