Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
El Cairo (Agencia Fides) - “En junio del año pasado nuestro trabajo era, ya desde hacia meses, en una fase de estacionamiento. Contábamos con poner en marcha un curso estivo de alfabetización, pero las perspectivas no parecían buenas” afirma el P. Luciano Verdoscia, comboniano que trabaja desde hace años en El Cairo en contacto con los chicos que viven en Mansheya, el barrio de los recolectores de inmundicia (llamados “Zabbaleen”). El programa iniciado hace más de tres años por el P. Luciano se propone ayudar al desarrollo de los muchachos ofreciéndoles un ambiente limpio y saludable en el que puedan estudiar y recibir asistencia que mejore las oportunidades de inserción en el mundo del trabajo, y de poner juntas personas de religión, cultura y etnia diferentes para ofrecerles ayuda y promover la tolerancia y la paz (ver Fides 24 de octubre 2005, 22 de noviembre 2005 y 24 de marzo 2006).
“Haciendo hoy un examen de la situación, nos damos cuenta de que, a pesar de que existan todavía problemas, desde entonces hemos dado significativos pasos hacia delante. En agosto del pasado año estábamos en grado de todas formas de dar inicio al curso estivo de alfabetización y de dar comienzo, a primeros de octubre, al curso regular de lecciones” recuerda el comunicado enviado a la Agencia Fides. “Desde entonces las relaciones instauradas, en varios niveles, con los departamentos del Ministerio de Instrucción han mejorado mucho. Algunos funcionarios se han mostrado particularmente disponibles a proporcionar, en el momento oportuno, un apoyo seguro para facilitar nuestro trabajo.
Los niños y sus familias están muy motivados. La frecuencia ha sido excelente y la mayor parte de los chicos han realizado notables progresos: lo hemos comprobado tanto de la mejora de sus habilidades expresivas como de los resultados obtenidos en la escuela. Muchos de los niños del barrio de los recolectores de basura que habían estado con nosotros desde los primeros dieciocho meses del proyecto, pero que no habían podido seguir frecuentarnos en el momento de nuestro traslado a la otra escuela, han tenido la posibilidad de volver a las aulas gracias a la donación de un autobús por parte de una multinacional de las comunicaciones.
Por el momento, en nuestra nueva oficina en el barrio de Heliópolis, disponemos de dos aulas, una de las cuales esta equipada para cursos de informática y para la enseñanza con la ayuda del ordenador. Esto significa, sobre todo, que no tenemos ya necesidad de la escuela para formar a los profesores y gozamos además de plena autonomía tanto sobre el tipo de enseñanza como sobre los maestros que nos ayudan.
Las lecciones del curso ordinario han terminado el 20 de mayo y recomenzarán a finales de septiembre, al comienzo del nuevo curso escolar. A partir de mediados de junio iniciaremos un nuevo programa estivo de alfabetización. Inicialmente el proyecto preveía un programa de lecciones de cuatro horas diarias. Las tres primeras horas estaban dedicadas al estudio, mientras que la cuarta estaba destinada a actividades extraescolares, como el arte, el teatro y otras”. (LM) (Agencia Fides 14/7/2006 Líneas: 40 Palabras: 539)
