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Valencia (Agencia Fides) - Mons. Orlando Antonio Corrales García, Obispo de Palmira (Colombia) está participando como muchos otros prelados en el V Encuentro Mundial de las Familias. La Agencia Fides le ha pedido sus impresiones sobre estos días.
Excelencia, ¿cómo ve Ud. la actual situación de la familia?
Uno ve muchas sombras, muchas dificultades, como se ha señalado estos días en el Congreso. Pero al mismo tiempo se ve un esfuerzo por ayudar y acompañar la familia. En la diócesis de Palmira estamos implementando un centro de orientación familiar, con el apoyo de la Universidad Pontificia Bolivariana. A nivel de Colombia se está tratando de fortalecer mucho los cursillos de preparación al matrimonio, fortaleciendo así la familia y los hogares.
¿Qué aporte puede ofrecer el Congreso en el contexto actual?
Creo que se trata de cosas que ya sabemos, pero que es importante subrayar. Porque definitivamente la familia marca la persona o para bien o para mal en los distintos aspectos de la vida, y especialmente en la educación en la fe. Uno ve muchas veces la ausencia de las familias en el camino de la preparación de los niños a la fe, pero vemos al mismo tiempo lo que se puede lograr cuando hay hogares que tratan de inculcar los valores cristianos. En ese sentido el tema del Congreso lo veo definitivo y muy urgente en el momento presente que vive el mundo y concretamente los países latinoamericanos.
¿Qué cree Ud. que va a significar la venida del Santo Padre a España en una situación como la actual?
Pues yo tengo mucha esperanza ante esta venida del Papa. Ante todo para fortalecer a los católicos y a quienes hayan acogido la orientación de la Iglesia sobre la familia. Es importante fortalecer a quienes queremos vivir, en palabras de Juan Pablo II, el “evangelio de la familia y de la vida”. Espero que esta voz del Papa de fuerza a España y a todos nos dé la fuerza de seguir trabajando en nuestros respectivos países.
No sé cuánto esta visita pueda tocar a quienes defienden visiones diversas y que buscan equiparar la familia constituida sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer con otras uniones de hecho u homosexuales. Esperemos que puedan sentirse tocados por la presencia y las palabras del Santo Padre, plantearse la interrogante y comprender que la Iglesia no busca discriminar a nadie sino defender el sentido más genuino y humano del matrimonio. No se trata de recortar a la persona, sino antes de abrirle horizontes para su existencia. (JO) (Agencia Fides 6/7/2006)
