ASIA/TAILANDIA - Un "Vía Crucis" original y conmovedor preparado por los niños y adolescentes del Camillian Center de Rayong

jueves, 20 abril 2006

Rayong (Agencia Fides) - Situada en la carretera principal que lleva desde Bangkok a la frontera camboyana, a lo largo de la costa oriental, la ciudad de Rayong está en el centro de uno de los mayores polos de desarrollo de Tailandia. A pocos kilómetros de la pobladísima Pattaya, una de las principales metas del turismo balneario tailandés, el interior de Rayong disimula entre áreas arborizadas, campos y aldeas, las torres y los tanques de las instalaciones petrolquímicas y las centrales termoeléctricas indispensables para sostener el crecimiento de este país asiático y para la supervivencia de la capital.
En Rayong, Tailandia, budista dónde los católicos son una minoría, también está quién ha logrado vivir una Semana Santa diferente y un Vía Crucis que es difícil no conectar con la vida cotidiana que para algunos es un verdadero milagro.
Son los niños y adultos del Camillian Social Center, nacido hace diez años en Rayong con la tarea de aliviar a los enfermos de Sida, que eran rechazados en los hospitales públicos. Es a los inocentes que, al nacer seropositivos y sin padres, sólo podían esperar en la voluntariosa atención de algún pariente o conocido, hasta la conclusión por descontado de una vida breve. En la actualidad la obra, puesta en marcha por la Fundación San Camilo por iniciativa privada pero desde el inicio dirigido por el padre camiliano Giovanni Contarin, es una iniciativa-piloto muy estimada, centro de importantes proyectos de información y tratamiento. La estructura se mantiene gracias a las aportaciones de voluntarios tailandeses y extranjeros. Quienes se ocupan principalmente de los pacientes graves son de entre los primeros huéspedes del centro, que han querido y podido mejorar sus condiciones físicas pero también desarrollar aptitudes específicas para poder a su vez ponerse a disposición de los menos favorecidos.
Los padres Camilianos, responsables del Camillian Center Rayong Tailandia, han enviado a Fides una reflexión sobre la Pascua celebrada en el Centro.
Nacida para asistir a enfermos adultos, la estructura tiene hoy la característica de hospedar sobre todo a niños y adolescentes, unos cuarenta. Se trata de pequeños que con frecuencia han llegado a Rayong en condiciones desesperadas y se han recuperado de modo asombroso, pero que en todo caso tendrán frente a sí largos tratamientos y discriminaciones difíciles de superar. Han sido ellos los verdaderos animadores de un Vía Crucis original y conmovedor que, aún en medio de las condiciones trágicas del evento recordado mantiene un sentido del todo particular.
En efecto la sagrada representación, con su meticulosa preparación realizada en primera persona por los niños utilizando materiales, gestos elementos iconográficos de la tradición local, logran conjugar la alegría típica de la niñez y primera adolescencia con la seriedad y el compromiso común que son característicos del Centro. La competición por personificar el Cristo que arrastra la Cruz hasta el Gólgota no es sólo un juego. La mayor parte de estos niños son bautizados. A la preparación religiosa de base unen luego experiencias personales y vivencias familiares dramáticos, limitaciones físicas y heridas en el alma difíciles de localizar y curar, que hace de ellos mensajeros creíbles del sufrimiento de Cristo que se entregó siendo inocente, por la salvación de la humanidad. (SV/AP) (20/4/2006 Agencia Fides; Líneas: 40 Palabras: 547)


Compartir: