VATICANO - La Pascua "constituye el centro de nuestra fe y sobre este anuncio se basa y crece la Iglesia" afirma el Papa Benedicto XVI durante la audiencia general, pidiendo que continúen apoyándolo con la oración a Dios para que le conceda " ser Pastor humilde y firme de su Iglesia". Llamamiento por el Medio Oriente

jueves, 20 abril 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Al inicio de la Audiencia general de hoy, que se desarrolla en el clima alegre de la Pascua, querría junto a vosotros, agradecer al Señor, que después de haberme llamado hace exactamente un año a servir a la Iglesia como Sucesor del Apóstol Pedro - gracias por vuestra alegría, gracias por vuestra aclamación -, no deja de asistirme con su indispensable ayuda". Al inicio de la audiencia general del miércoles 19 de abril, día del primer aniversario de Su elección a la Cátedra de Pedro, el Papa Benedicto XVI ha recordado esta importante solemnidad: cuando "los Cardenales reunidos en Cónclave quisieron elegir mi persona para suceder al llorado y amado Siervo de Dios, el gran Papa, Juan Pablo II". En particular el Santo Padre ha dicho que se sintió muy emocionado en el primer encuentro con los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, al que siguieron tanto otros encuentros, "que me permitieron experimentar cuánto es verdad lo que dije en el curso de la solemne concelebración con la que inicié solemnemente el ejercicio del ministerio petrino: 'Siento viva la conciencia de no tener que llevar solo lo que en realidad no podría llevar nunca solo'. Y siento cada vez más que solo no podría realizar esta labor, esta misión. También siento como lo lleváis conmigo: así estoy en una gran comunión y juntos podemos llevar adelante la misión del Señor… Gracias de todo corazón a todos los que me de modos diversos están a mi lado o me siguen de lejos espiritualmente con su afecto y su oración. Pido a cada uno que siga apoyándome con la oración a Dios para que me conceda ser un pastor humilde y firme de su Iglesia."
A continuación el Papa Benedicto XVI ha continuado su catequesis deteniéndose en particular sobre los acontecimientos siguientes a la Resurrección del Señor: "Pedro junto a los apóstoles y luego sus sucesores, primero en Jerusalén y posteriormente hasta los últimos confines de la tierra, difundieron con valentía el mensaje evangélico cuyo núcleo fundamental imprescindible lo constituye el Misterio pascual: la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Este misterio la Iglesia le celebra en Pascua, prolongando su alegre resonancia en los días siguientes". La alegría pascual se extiende a todo el año litúrgico y se renueva particularmente cada domingo, "pequeña Pascua" de cada semana. Luego el Santo Padre ha subrayado que "el acontecimiento de la muerte y resurrección de Jesús constituye el centro de nuestra fe y sobre este anuncio se basa y crece la Iglesia."
En la parte conclusiva de la catequesis, el Pontífice ha puesto en evidencia como "las apariciones del Resucitado concluyen habitualmente con la invitación a superar toda incertidumbre, a confrontar el acontecimiento con las Escrituras, a anunciar que Jesús, más allá de la muerte, es él eterno viviente, fuente de vida nueva para todos los que creen… Quién encuentra a Jesús resucitado viene interiormente transformado; no se puede "ver" al Resucitado sin "creer" en él… La fe nace del encuentro personal con Cristo resucitado, y se convierte en un impulso de valentía y libertad que hace gritar al mundo: Jesús ha resucitado y vive para siempre. Esta es la misión de los discípulos del Señor de cada época y también de este nuestro tiempo".
Al término de los saludos en las diversas lenguas, el Papa Benedicto XVI ha lanzado el siguiente llamamiento por el Medio Oriente: "Con gran dolor he recibido la noticia del terrible atentado ocurrido el pasado lunes en Tel Aviv, Israel, y siento el deber de expresar la más firme condena de tal acto terrorista. No es con execrables actos de este género como se pueden tutelar aún los más legítimos derechos de un pueblo. Que el Señor, Príncipe de la paz, permanezca junto a los israelitas y palestinos para que no se dejen arrastrar hacia un destino trágico, antes bien emprendan el camino que los conduzca a vivir en paz y seguridad, los unos junto a los otros, como hijos del mismo padre que está en los cielos." (S.L) (Agencia Fides 20/4/2006, Líneas: 49 Palabras: 731)


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