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Ulaanbataar (Agencia Fides) - La progresiva apertura de Mongolia a los valores democráticos y al mundo externo está creando espacios cada vez mayores para el pastoral de la Iglesia y para la evangelización: lo ha dicho Mons. Venceslao Padilla, Prefecto Apostólico de Ulaanbattar, recordando que "cuando los primeros misioneros católicos, un belga y dos filipinos, llegaron a Mongolia en 1992, nadie había oído nunca hablar de Jesús en este país."
El Obispo, que dirige la Iglesia católica en Mongolia, ha continuado: "En este tiempo, hemos fundado 3 parroquias para los 300 católicos mongoles bautizados. Ahora que el gobierno está realizando pasos hacia la democracia hay además, muchas esperanzas para la Iglesia católica de este vasto país. Este año tenemos previsto celebrar entre 80 y 100 nuevos Bautismos."
El Obispo, misionero filipino, ha señalado que a pesar de la "fuerte influencia que ejercen naciones industrializadas como Japón y Corea del Sur", el nivel de vida medio "continua siendo muy bajo, y prácticamente todas las familias mongoles tienen un miembro que trabaja en el extranjero."
"El gobierno - ha añadido - permite la educación católica y también nos ha pedido ayuda en los sectores educativos y sociales. En la evangelización, sin embargo, se necesita mucha paciencia."
"Actualmente trabajan en Mongolia 56 misioneros de 14 países africanos, asiáticos, europeos y latinoamericanos. Ésta presupone una gran fuerza para la evangelización", ha reconocido el Prelado, pidiendo el apoyo de instituciones como “Ayuda a la Iglesia Necesitada”. (PA) (Agencia Fides 25/3/2006 Líneas: 21 Palabras: 256)
