VATICANO - "Los Santos de la Caridad" de la encíclica "Deus caritas est": San José Benito Cotolengo

viernes, 17 marzo 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En la encíclica "Deus caritas est" el Papa Benedicto XVI ha querido indicar a San José Benito Cotolengo (1786-1842) entre los Santos que "constituyen modelos insignes de caridad social para todos los hombres de buena voluntad" (n. 40). Este reconocimiento tiene su fundamento en la obra caritativa desarrollada por el Fundador de la Pequeña Casa de la Divina Providencia en Turín. En efecto, en un tiempo en el que el problema de la asistencia social en el entonces Reino de Cerdeña (Italia) fue particularmente sentido, el Cotolengo realizó una forma concreta de esta asistencia, impulsado por su fe cristiana y moviéndose en el ámbito del orden jurídico y social entonces vigente.
Puso en el centro de la atención todas las necesidades de aquellos que estaban privados de asistencia, los cuales “se veían como puestos a la perdición” y "afanosos corren a la Pequeña Casa". El Cotolengo sintió esta misión como una precisa y lógica consecuencia de una vida coherente con el Evangelio. Por encima de los límites ligados al contexto social y político de la época, la concepción trascendente del hombre de la que el Cotolengo daba un claro e inequívoco testimonio, hizo que su obra caritativa se viviera como una respuesta al dicho evangélico: "Cada cosa que hagáis con uno de estos mis hermanos, a mí me lo estáis haciendo” (Mt 25,40). El móvil de su acción era la caridad evangélica, sintetizada en el lema paulino "Caritas Christi urget nos" (2 Cor 5, 14).
Fue el 2 de septiembre de 1827 cuando se produjo el cambio fundamental en su vida. Llamado a la cabecera de una mujer, madre de tres niños, no acogida en los hospitales ciudadanos, fue espectador de su muerte. Fuertemente impresionado por el triste episodio y después de una particular oración en la iglesia del Corpus Domini en Turín ante el cuadro de la Virgen de las Gracias, decidió dar inicio a una pequeña enfermería para evitar que se repitieran casos similares.
El 17 de enero de 1828 abrió en Turín una pequeña enfermería denominada "Depósito de' pobres pacientes del Corpus Domini" que, cerrado en septiembre de 1831, reabrió algunos meses después, el 27 de abril de 1832, bajo el nombre de Pequeña Casa de la Divina Providencia bajo los auspicios de San Vicente de Paul. Después fue comúnmente conocida y llamada "El Cotolengo".
En esta institución dio vida a varias formas de asistencia: enfermos excluidos de otros hospitales, personas minusválidas y disminuidas, epilépticas, sordomudos, inválidos, escuela de infancia, actividades educativa a favor de niños particularmente necesitados. La asistencia a las personas minusválidas y disminuidas se convirtió en el elemento más significativo de la obra caritativa del santo. Contrariamente a los otros institutos asistenciales contemporáneos, el Cotolengo emprendió y sustentó su Obra confiando únicamente en la Divina Providencia, la cual, como escribió al Rey, "normalmente se sirve de medios humanos", es decir, de la caridad de los bienhechores. Su ejemplo de caridad fue tan significativo que en la opinión publica la Pequeña Casa era identificada con la persona del Fundador y denominada sencillamente “Cotolengo."
La muerte lo cogió a los 56 años, después de catorce años de dedicación intensa e incansable al socorro de los pobres "para encaminarlos - como él escribía al Rey - por el camino del trabajo y la salud", ofreciéndoles "una sala (= lugar) de educación santa". Impulsado interiormente a continuar y ampliar sus obras de caridad, el santo experimentó la soledad del hombre de Dios, disimulando angustias y dificultades con bromas de todo género. La fama de santidad de la que gozaba después de su muerte, consiguió el reconocimiento de la Iglesia que lo proclamó "santo" en 1934. El ejemplo de caridad del Cotolengo constituyó también la fuente de inspiración de otros fundadores, por ejemplo del beato Luigi Guanella (1842-1915) y san Luigi Orione (1872-1940).
Nota biográfica - José Agustín Benito Cotolengo nació en Bra (CN) el 3 de mayo de 1786. Primogénito de 12 hijos perteneció a una familia de la burguesía media. El 2 de septiembre de 1827 tuvo la inspiración carismática que constituyó el cambio fundamental de su vida. El 17 de enero de 1828 abrió una pequeña enfermería en Turín para enfermos abandonados. El 27 de abril 1832 reanuda su obra de caridad bajo el nombre de Pequeña Casa de la Divina Providencia. Murió en Chieri el 30 de abril de 1842.
Para la actividad educativa y asistencial de los pobres acogidos en la Pequeña Casa, Cotolengo fundó una congregación de religiosas, que en la actualidad se divide en dos familias: religiosas de vida activa y religiosas de vida contemplativa, una laicos consagrados, los hermanos y una comunidad de sacerdotes. También fundó monasterios de vida contemplativa. Los religiosos y religiosos de Cotolengo están presentes en Italia, Suiza, Kenia, Tanzania, India, EE.UU. y Ecuador. Las religiosas son 2.100 de las cuales 150 son de vida contemplativa, los Hermanos 60 y los sacerdotes 45. Desarrollan su actividad caritativa y asistencial hacia los pobres, minusválidas y enfermos. (Don Lino Plan, Segundo Codirector de la obra de San José Benito Cotolengo) (Agencia Fides 17/3/2006, Líneas: 60 Palabras: 861)


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