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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Su Exc. Mons. Vittorino Girardi, Obispo de Tiralán (Costa Rica) ha intervenido el viernes 10 por la tarde en el Congreso Internacional del 40º aniversario del Decreto conciliar “Ad Gentes” presentando la relación sobre el tema “La misión hoy en América Latina hoy: desafíos y perspectivas, particularmente en las iglesias locales que dependen de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos”.
Mons. Girardi subraya en primer lugar la idea del continente americano (América del Norte y del Sur) como una “realidad única”, idea recogida en la Exhortación postsinodal “Ecclesia in América” y que el Papa Juan Pablo II afirmó por primera vez en su discurso inaugural de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano celebrado en Santo Domingo en 1992. “Estamos viendo los frutos de este compromiso de vernos como ‘realidad única’ en el fortalecimiento de la solidaridad entre las Iglesia del Sur y del Norte”, continua el Obispo. Sin embargo, esto no quita para que continúe también habiendo numerosos contrastes y paradojas que constituyen verdaderos desafíos para la misión. Así por ejemplo, a la vez que se da el país de mayor Producto Interior Bruto, se encuentran los países más pobres del mundo; al lado de las naciones más extensas del mundo (Brasil, Canadá EEUU, Argentina) están los países más pequeños del planeta (S. Lucía, Barbados..); junto a las universidades de mayor prestigio se da el mayor nivel de analfabetismo; el continente posee extraordinarios recursos materiales pero la precaria capacidad tecnológica de muchos países no permite su explotación; en cuanto a la distribución de las riquezas existe un ‘abismo’entre ricos y pobres, abismo que parece agravarse con el tiempo. El continente Americano posee además otra característica peculiar, señala Mons. Girardi, el ser el único continente cristiano y donde los católicos constituyen el 60% de todos los católicos del mundo, lo que ha hecho hablar de América Latina como el “Continente de la Esperanza”. Pero esta realidad cristiana, continua el Obispo, se vive en ambientes culturales muy distintos: desde lugares donde se da una extraordinaria vitalidad con una fuerte religiosidad popular a otros donde “tenemos la impresión de encontrarnos frente a un cristianismo agonizante” marcado por el secularismo.
Esta es, según Mons. Girardi, la realidad del continente americano “donde nos corresponde comprometernos a fondo”. Según constata el Obispo la Iglesia de América “se ha considerado durante muchos años destinataria de la misión y muy poco sujeto activo de la misma” lo que “ha atrasado la toma de conciencia de que una iglesia local es misionera desde su constitución”. A raíz de Puebla (1979) - continua el Obispo- ha comenzado, sin embargo, a crecer el espíritu misionero en toda la América Latina que se ha traducido en los Congresos Misioneros Americanos, Congresos nacionales, creación de grupos y movimientos misioneros, fundación de nuevos Institutos con fines misioneros... Y en los documentos de Santo Domingo se afirmaba. “Es la hora misionera de América- Dirigimos a todos un anuncio fuerte y entusiasta para la Evangelización, no solo en el seno de nuestras iglesias sino más allá de nuestras fronteras”. “Podemos hablar de un verdadero contagio misionero” que esta en acto en nuestras Iglesias, aunque los frutos son todavía modestos”. Precisamente la difusión del ‘espíritu misionero’, concluye el Obispo “está cooperando a enriquecer nuestra espiritualidad y a ir caracterizándola”. (RG) (Agencia Fides 11/3/2006 Líneas: 42 Palabras: 582)
