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Por Antonella Prenna
Port au Prince (Agencia Fides) – Las noticias que llegaban de Puerto Príncipe en los últimos meses describían un contexto infernal, con continuos tiroteos y violencia entre bandas armadas. "Actualmente parece haber una ligera mejoría", dice a la Agencia Fides el padre Massimo Miraglio, misionero camilo y párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en la remota aldea de Purcine. "Sólo en los últimos días he recibido información de fuentes locales de que en la última semana la situación ha mejorado mucho. Me dicen que definitivamente hay mucha más calma y por lo tanto se han reanudado las actividades. Por supuesto esto no significa que la situación haya vuelto a la normalidad porque los problemas siguen siendo enormes, la gente sigue viviendo en una ciudad sumida en el caos".
"El problema de los desplazados sigue siendo enorme -explica el misionero-. No olvidemos que hay al menos cien mil desplazados que han abandonado sus hogares para refugiarse en campamentos muy precarios y que muchos han tenido que salir de la capital para buscar refugio en las provincias. Igualmente grave es la cuestión alimentaria. Desde hace meses, concretamente desde el 4 de marzo, no entran contenedores en la isla y, a pesar de los esfuerzos del Programa Mundial de Alimentos por distribuir comida, resulta insuficiente. Además, todas las instalaciones han sido destruidas, vandalizadas, especialmente las médicas, que están por tanto cerradas, los servicios completamente indisponibles. Tímidamente empiezan a abrir algunas embajadas y oficinas".
"Un segundo aspecto a considerar se refiere a la misión de la ONU. Esta última semana se ha producido una aceleración en la preparación de la misión de la ONU. Aviones de la Fuerza Aérea del sur de Estados Unidos trajeron inicialmente material de guerra para equipar a la policía y al ejército de Puerto Príncipe con nuevas armas. A continuación llegó material para la construcción de una base cerca del aeropuerto de Puerto Príncipe, que se espera que albergue al primer grupo de kenianos previsto para finales de mes. En las próximas semanas se espera la llegada de decenas de vuelos de las Fuerzas Aéreas estadounidenses con material de construcción y personal especializado para la construcción de esta base y para vigilar la seguridad de estas primeras instalaciones de la ONU".
"Junto a la misión de la ONU, que es por tanto una misión policial internacional para flanquear a la policía y al ejército haitianos en el restablecimiento de la paz, la estabilidad en Haití y la lucha contra las bandas, debe haber un plan de apoyo a la población. Si la intervención militar para restablecer la paz y la estabilidad es urgente, también lo es la ayuda humanitaria a una población agotada por meses y meses de violencia, combates e inestabilidad. Es absolutamente prioritario pensar en una acción militar, de policía internacional, para aportar estabilidad, pero es igualmente urgente iniciar distribuciones masivas de alimentos y productos de primera necesidad"
"Parece que EE.UU. ha intervenido recientemente con otra asignación sustancial para apoyar mejor esta misión. Ciertamente, aunque la intervención de las Naciones Unidas es importante y podría dar sus frutos, sin la importante contribución económica y política de Estados Unidos sería un nuevo fracaso. No ocurre nada a menos de hora y media de Miami sin que Estados Unidos lo vigile todo de cerca. La esperanza es que Estados Unidos respalde realmente el Consejo de Transición creado para apoyar a la sociedad civil e iniciar un proyecto, un programa de desarrollo, que siente las bases de un proceso virtuoso que, poco a poco, saque a Haití de esta dramática situación".
"Desde el punto de vista político -continúa el P. Massimo-, las noticias parecen ser bastante positivas porque el Consejo de Transición, creado bajo la égida de la Caribbean Community (Caricom) y bajo la atenta mirada de Estados Unidos y de la comunidad internacional, parece estar empezando a funcionar. Recientemente, hubo una reunión con el anterior gobierno, actualmente todavía en funciones porque aún no se ha creado uno nuevo, en la que acordaron tomar medidas, lo que demuestra la voluntad de los miembros de este Consejo de trabajar juntos para sacar a Haití de la crisis y llevar a la isla caribeña a unas elecciones lo antes posible, probablemente a finales de 2025, para darle un estatus constitucional, un estatus legal, una legalidad. Esperemos que esto sea el principio de una evolución positiva, esperemos que la comunidad internacional se tome en serio la situación de Haití y se comprometa a apoyarla de manera coherente y transparente. Es un momento muy frágil y la situación sigue siendo muy delicada. Serán las próximas semanas las que nos dirán si realmente vamos por el buen camino”.
Y añade: “Otra medida clave para que el país vuelva a abrirse al mundo exterior sería la reactivación, a principios de junio, del aeropuerto Toussaint de Puerto Príncipe, actualmente cerrado a los vuelos civiles y comerciales. La seguridad dentro del aeropuerto y del material que se ha llevado a Estados Unidos está encomendada al ejército estadounidense, mientras que de la seguridad fuera del aeropuerto se encargan el pequeño ejército haitiano y la policía. Se espera que lo antes posible se abra también el puerto, o al menos uno de los dos puertos, para recibir los contenedores que llegan”.
El padre Miraglio concluye con una invitación a seguir rezando, y subraya la importancia de los llamamientos del Papa a la paz y a la conciliación. Así como las recientes palabras del Secretario de Estado Vaticano, Pietro Parolin, durante la Conferencia sobre el país caribeño organizada por la Academia de Líderes Católicos, donde pidió “la atención de todos”. "Seguramente -afirma el camilo- todo esto demuestra la voluntad de la Iglesia de estar junto a Haití, en este momento tan delicado y tan importante de su historia".
(Agencia Fides 10/5/2024)
