ASIA/INDIA - Llamamiento a la paz social y a la calma después de las explosiones de Benares; policía en estado de máxima alerta en toda la nación

miércoles, 8 marzo 2006

Nueva Delhi (Agencia Fides) - "La Iglesia católica expresa hoy todo su dolor y contrariedad por el ataque al corazón de la religión hindú. Condenamos toda forma de violencia, que provoca víctimas inocentes. Pedimos al gobierno que garantice la paz y seguridad de todos los ciudadanos y de todas las comunidades religiosas. Rogamos por las víctimas y apelamos a la buena voluntad de todos para que cese la violencia triunfe la paz": lo ha dicho el P. Babu Joseph, Portavoz de la Conferencia Episcopal de la India, contactado telefónicamente después de las tres explosiones que golpearon ayer la ciudad de Benares, en el estado del Uttar Pradesh, India septentrional.
Según el último balance, han muerto al menos 23 personas y 68 heridas en el tríplice atentado: un estallido devastó el templo de Sankat Mochan, conocido como "el templo de las monas" ya que está dedicado a la dios-mona Hanuman, que estaba lleno con centenares de fieles hindúes. Otras dos explosiones afectaron la estación ferroviaria. Una de ella golpeó un vagón de un tren parado, el Shiv Ganga Express, que debía partir para Nueva Delhi pocos minutos después, y otra en los alrededores de una sala de espera. Los inquisidores, que no han identificado a los autores de las matanzas, sospechan de grupos extremistas de matriz islámica. Después de los atentados, todos los estados indios están en estado de máxima alerta por el temor de nuevas violencias entre los militantes de diversas comunidades religiosas.
“Pedimos a todos los ciudadanos, a los fieles de todas las religiones, que no se dejen arrastrar por la trampa puesta por los grupos fundamentalistas. Decimos no a toda forma de venganza, que provoque más sangre, y apelamos a la calma para que prevalezca el sentido común y la paz social", ha continuado e Portavoz.
A sus palabras se han unido los grupos cristianos indianos que han condenado los atentados y han expresado su total solidaridad a las familias de las víctimas. El All India Christian Council, que reúne a los fieles cristianos de todas las confesiones y el All India Catholic Union han denunciado las matanzas afirmando que "estos ataques no sirven a ninguna causa política: no hacen sino infligir sufrimiento a la gente común y obstaculizar el proceso de reconciliación". En un comunicado se afirma: "Esta violencia también sirve al objetivo de los grupos fundamentalistas y de los extremistas religiosos que quieren exacerbar el clima y agudizar las divisiones entre comunidades religiosas. Quieren que la atención nacional se aleje del desarrollo y de la lucha contra la pobreza."
También el gobierno del Uttar Pradesh ha invitado a la población a no reaccionar, a dejar trabajar a las fuerzas del orden, y el ministro del interior local ha convocado inmediatamente una reunión de emergencia. En Nueva Delhi, a 700 km de Benares, el Primer ministro indiano Manmohan Singh ha pedido a la población que “mantenga la paz y la calma." (Agencia Fides 8/3/2006 Líneas: 36 Palabras. 511)


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