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Kinshasa (Agencia Fides) - "Después de 45 años de demoras, de los cuales 15 han sido de una transición inútilmente larga, el pueblo congoleño espera poder, con las elecciones que se acercan, conseguir por fin en el 2006 la instauración de un verdadero Estado de derecho" escriben los Obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal Nacional del Congo en un mensaje publicado al final de su reunión que se ha tenido en Kinshasa del 27 de febrero al 4 de marzo. Los Obispos expresan el aprecio por el anuncio de la fecha de las elecciones generales que se tendrán el 18 junio de este año: "Las miradas de todos los congoleños se dirigen en estos momentos a las elecciones. Todas las fuerzas sociales y todas las secretarías de los partidos políticos se movilizan de cara a esta fecha, que esperamos podrá inaugurar un nueva era en el País."
"Es necesario- advierten los Obispos - negociar con prudencia este paso, para que las esperanzas legítimas no se transformen en una pesadilla, como sucedió después de la independencia de nuestro País en 1960”.
"El Papa Benedicto XVI nos recomendó, durante nuestra visita ad limina en Roma, de que aseguráramos a nuestros fieles su cercanía espiritual en un momento en el que todos los habitantes del País deben movilizarse para trabajar por la paz y la reconciliación, después de tantos años de guerra que ha provocado millones de víctimas" recuerdan los Obispos.
En el mensaje se indican algunos "signos de esperanza" y las "zonas de sombra" que todavía pesan sobre la suerte de la República Democrática del Congo. Por lo que concierne a los primeros, los Obispos expresan una vez más su satisfacción por el referendo constitucional que se tuvo en diciembre "a pesar de las evidentes carencias y de las dificultades encontradas. La organización del referendo constitucional puede ser considerada una etapa importante para dotar el País de nuevas estructuras."
Entre las dificultades se encuentran las relativas a la seguridad, "en particular en el Norte Katanga, en el Kivu y en Ituri, una inseguridad que representa una amenaza para la paz". Por este motivo, en el documento se estigmatizan “los retrasos considerables en la formación de un ejército unido y republicano. En el ínterin, un ejército mal pagado y mal equipado, en lugar de contribuir a la paz y a la seguridad, abusa de su poder y se convierte en una amenaza para los ciudadanos que debería proteger". Otro problema deriva "de la insuficiente sensibilización de la población respecto al proyecto de la Constitución, la falta de un debate sobre algunas disposiciones constitucionales que hipotecan el futuro del País”. Los Obispos también denuncian la exasperación de las diferenciaciones étnicas de algunas fuerzas políticas que se autoproclaman "originarios" y las violencias verbales de algunos líderes políticos.
En el plano social, el mensaje evidencia la pobreza en la que vive la mayoría de la población que vive en "una miseria inhumana e insoportable". Pobreza debida también a los 10 años de guerra civil con su corolario de "saqueos de los recursos naturales, destrucciones de las infraestructuras públicas, violaciones, pandemia del SIDA". Por todo ello, los Obispos afirman que no es exagerado decir que el Congo atraviesa una de las crisis humanitarias más graves después de la segunda guerra mundial.
Los Obispos se dirigen a las comunidades de fieles para que durante la Cuaresma pidan por el éxito de las elecciones, dirigiendo una ferviente oración a la Virgen para que el Congo pueda hallar la paz. (L.M) (Agencia Fides 6/3/2006 Líneas: 44 Palabras: 606)
