Uagadugú (Agencia Fides) - "Hoy vemos que quedarse o marcharse ya no es una elección, sobre todo marcharse, que se ha convertido en una obligación", ha afirmado Mons. Joachim Hermenegilde Ouédraogo, Obispo de Koudougou, Presidente de la Comisión Episcopal para la pastoral de los emigrantes y refugiados de Burkina Faso y Níger, con ocasión de la 109ª Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado, celebrada el domingo 24 de septiembre.
En Burkina Faso es la quinta vez que se celebra este evento, este año en la parroquia de San Juan María Vianney de Tampouy, en Uagadugú.
"La emigración debe ser una elección libre. El hombre debe poder elegir si marcharse o quedarse, porque la tierra es de todos y donde cada uno está, allí está su casa. Por tanto, puedo elegir libremente irme a otro país o quedarme en mi territorio", ha manifestado Mons. Ouédraogo.
El obispo de Koudougou ha añadido que "vemos que quedarse o marcharse ya no es una elección, sobre todo marcharse, que se ha convertido en una obligación". "Mujeres y hombres obligados a marcharse porque viven en situaciones que no les permiten prosperar en su territorio", ha subrayado, refiriéndose a los numerosos refugiados internos en Burkina Faso, que se ven obligados a huir de sus hogares a causa de la violencia de los grupos yihadistas que hacen estragos no sólo en Burkina Faso, sino también en otros países del Sahel.
En su homilía, Mons. Ouédraogo ha invitado a los fieles católicos a ser actores de paz, a vivir juntos y a ser solidarios con las personas necesitadas. Con este fin, se ha organizado una comida comunitaria y una distribución de alimentos consistente en sacos de arroz por valor de dos millones de FCFA en favor de 100 familias de desplazados internos.
Según los últimos datos de la Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU, 1 de cada 5 ciudadanos de Burkina Faso, es decir, 4,7 millones de personas, necesita ayuda humanitaria. Hay cerca de 2 millones de desplazados internos, el 52% de los cuales son niños. Un millón de alumnos se ven afectados por el cierre de escuelas. La mayoría de los desplazados internos proceden de las regiones del Sahel, Centro y Norte. Se han trasladado a centros vecinos más seguros, pero a menudo viven en gran precariedad. A pesar de esta situación, Burkina Faso ha abierto sus puertas a más de 36.000 refugiados, principalmente de Malí.
(L.M.) (Agencia Fides 26/9/2023)