ÁFRICA/BURKINA FASO - "Por dura y larga que sea la lucha, llegará el momento de la reconciliación": se inaugura la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

jueves, 18 enero 2024 diálogo   ecumenismo   semana por la unidad de los cristianos   yihadistas  

Uagadugú (Agencia Fides) - Un grupo ecuménico de Burkina Faso, coordinado por la comunidad local "Chemin Neuf", ha preparado las reflexiones, meditaciones, oraciones y celebraciones que utilizarán todos los bautizados del mundo durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos 2024 (18-25 de enero). El tema elegido es "Ama al Señor tu Dios... y ama a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10,27). Teresa Francesca Rossi, teóloga y codirectora del "Centro Pro Unione" de Roma, destaca a la Agencia Fides que la redacción del texto ha contado con la generosa colaboración de representantes de la archidiócesis católica de Uagadugú, de las Iglesias protestantes, de organismos ecuménicos y de la comunidad de Chemin Neuf. Además, indica que esta colaboración se ha vivido como un auténtico camino de conversión ecuménica.

Burkina Faso está situada en África Occidental, en la región del Sahel, que incluye los territorios vecinos de Malí y Níger. Tiene una superficie de 174.000 km² y 21 millones de habitantes, pertenecientes a unos 60 grupos étnicos. En términos religiosos, cerca del 64% de la población es musulmana, el 9% se adhiere a religiones tradicionales africanas y el 26% es cristiana (20% católica, 6% protestante). Estos tres grupos religiosos están presentes en todas las regiones del país y en prácticamente todos los hogares.

La nación atraviesa una grave crisis que socava la seguridad personal y social e implica a todas las comunidades confesionales: “Tras un grave atentado yihadista organizado desde el exterior del país en 2016”, señala el texto publicado con motivo de la presentación de la Semana por la Unidad, “las condiciones de seguridad en Burkina Faso, y en consecuencia la cohesión social del país, se han deteriorado dramáticamente. El país ha sufrido una prolongada proliferación de atentados terroristas, anarquía y tráfico de seres humanos; una situación que se ha saldado con más de tres mil muertos y casi dos millones de desplazados internos, al tiempo que se han cerrado miles de escuelas, centros de salud y ayuntamientos y se han destruido gran parte de las infraestructuras socioeconómicas y de transporte. Los ataques selectivos contra grupos étnicos específicos agravan el riesgo de conflictos internos entre comunidades: esta amenaza a la seguridad socava la cohesión social, la paz y la unidad nacional”.

En este contexto de inestabilidad, “las iglesias cristianas también han sido objeto de ataques armados: sacerdotes, pastores y catequistas han sido asesinados durante el culto y se desconoce la suerte de otros que han sido secuestrados”. Según los observadores, más del 20% del territorio del país está fuera del control del Estado. A causa del terrorismo, la mayoría de las iglesias cristianas del norte, el este y el noroeste del país han sido cerradas y en muchas de estas zonas ya no hay culto cristiano público. Allí donde todavía es posible el culto -generalmente en las grandes ciudades y bajo protección policial- ha sido necesario acortar las celebraciones para garantizar su seguridad”, señala el texto.

La esperanza, en una situación difícil, surge al constatar “la plena solidaridad entre las religiones cristiana, musulmana y tradicional, cuyos líderes se esfuerzan por encontrar soluciones duraderas para la paz, la cohesión social y la reconciliación. Un ejemplo de ello es la Comisión para el Diálogo Cristiano-Musulmán de la Conferencia Episcopal de Burkina Faso-Níger, que está realizando un notable esfuerzo para promover el diálogo y la cooperación entre religiones y etnias”.

En respuesta a los llamamientos del gobierno a rezar por la paz, la cohesión social y la reconciliación, las distintas iglesias siguen promoviendo diariamente momentos de oración y ayuno. También se ha intensificado la acción conjunta de las diversas comunidades católicas y protestantes para ofrecer ayuda a los desplazados, y se han organizado reuniones de sensibilización para promover el valor de la fraternidad y desarrollar estrategias para reconstruir una paz duradera. Esta esperanza se refleja también en el proverbio tradicional Mossi, el grupo étnico más numeroso de Burkina Faso: “Por dura y larga que sea la lucha, llegará el momento de la reconciliación”.

En este contexto, “la invitación a trabajar juntos para redactar los textos de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de 2024 -concluye Teresa Francesca Rossi- ha provocado que las diferentes Iglesias de Burkina Faso caminen, recen y trabajen juntas en el amor mutuo durante este tiempo difícil para el país. El amor de Cristo que une a todos los cristianos es más fuerte que las divisiones, y los cristianos de Burkina Faso se comprometen a caminar por la senda del amor a Dios y al prójimo. Los bautizados confían firmemente en que el amor de Dios superará la violencia que actualmente aflige a su país”.
(PA) (Agencia Fides 18/01/2024)


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