AFRICA - Bastarían unas pocas precauciones para salvar la sonrisa de un niño del “noma”, una enfermedad que devora la carne de las personas afectadas.

miércoles, 1 marzo 2006

Roma (Agencia Fides) - Noma es una enfermedad infecciosa entre las más olvidadas del mundo, porque afecta sólo a personas que viven en extrema pobreza y en estado grave de desnutrición.
Devorar es lo que , en particulares casos de malnutrición y falta de higiene, pueden hacer algunas bacterias normalmente presentes en nuestra boca. Empieza con algunas úlceras aisladas, después lesiones en los labios y encías hasta llegar a efectos devastadores: mejillas erosionadas, zonas enteras de la cara completamente corrompidas. La enfermedad se define también como cáncer oral, cáncer de agua o ulceración cancerosa de la boca, dado su efecto devastador sobre toda la cara. La gangrena puede invadir todo el rostro, destruyendo tejidos tanto blandos como óseos.
Por desgracia la casi totalidad de los pacientes son niños de los 2 a los 6 años de edad, víctimas inermes de esta tortura física y psicológica, que ven transformados sus rostros.
Muchísimos casos se registran en África, y la enfermedad es endémica en Sur América y Asia. Se estima que el número de enfermos está en torno a los 800.000, un 70-90% de los cuales no sobrevivirán, marcados para toda la vida por mutilaciones que les impiden hablar, comer y beber, que les condenan (en la mayor parte de los casos) a permanecer aislados si no abandonados.
La descomposición del rostro conduce a la muerte a cuatro de cada cinco niños, que no pueden disfrutar de atenciones médicas, en apenas dos o tres semanas desde que empiezan a aparecer los primeros signos clínicos. La tasa de mortalidad es muy elevada en los pacientes no tratados, que son la mayor parte de los casos. En los pocos supervivientes las lesiones que desfiguran todo su rostro permanecen para siempre. Los graves síntomas visibles sobre el rostro, hasta el punto de desfigurar a los enfermos, representan una fuente de trastornos psico-sociales, similares a las de los leprosos.
Noma es una enfermedad que puede ser fácilmente prevenida, porque si se trata en sus primeros estadios con simples y económicas curas médicas, las lesiones no llegan a deformar todo el rostro. Soluciones desinfectantes para la boca y una profilaxis antibiótica abaten totalmente el riesgo de desarrollar la enfermedad. Es importante que los niños tengan una dieta alimenticia completa, o que al menos les sean suministradas vitaminas en abundancia. (AP) (Agencia Fides 1/3/2006 Líneas: 32 Palabras: 417)


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