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Juba (Agencia Fides) – Más de 160 muertos, 237 heridos, entre 20.000 y 50.000 desplazados internos, 3.000 refugiados en Sudán. Estas cifras representan el drama que vive la población de los estados de Alto Nilo y Jonglei, en Sudán del Sur, tras reanudarse, en agosto, los combates entre milicias rivales, a cuyos miembros ha dirigido un llamamiento desesperado el obispo Stephen Nyodho, de Malakal. “Un día luchasteis como un solo cuerpo para liberar este país, os invito sinceramente a escuchar las voces de vuestras conciencias y ver el sufrimiento de vuestro pueblo", ha exhortado monseñor Nyodho, en declaraciones a Eye Radio, en referencia a la lucha de Sudán del Sur por su independencia de Sudán, que terminó en 2011 con la proclamación del nuevo Estado con capital en Juba. Sin embargo, el breve periodo de paz duró poco, ya que en diciembre de 2013 estalló la guerra civil, que enfrentó al presidente Salva Kiir Mayardit y al ex vicepresidente Riek Machar, a los que se sumaron varios otros grupos y milicias.
Tras varios altibajos y a pesar de la firma de acuerdos de paz en 2018, Sudán del Sur sigue viviendo en la precariedad y la violencia, concentrada en gran medida por el momento en las zonas del Alto Nilo y Jonglei (véase Fides 6/12/2022).
“Mi humilde consejo a los grupos enfrentados es que cesen incondicionalmente la violencia, todos sois hermanos”, ha suplicado el obispo, recordando que “todas las comunidades del Alto Nilo están pagando el precio innecesario de un crimen que nunca cometieron”. Hago un llamamiento a los hijos e hijas del Alto Nilo para que se unan y vean por el bien común y el interés de la región”.
El Papa Francisco, que visitará Sudán del Sur en febrero, tras el Ángelus del domingo 11 de diciembre dijo: “Sigo con dolor y preocupación las noticias que llegan de Sudán del Sur sobre los violentos enfrentamientos de los últimos días. Roguemos al Señor por la paz y la reconciliación nacional, para que cesen los ataques y se respete siempre a los civiles”.
La "Troika" formada por Estados Unidos, Reino Unido y Noruega, que supervisa la aplicación de los acuerdos de paz, ha emitido una declaración conjunta con la UE en la que expresaba su preocupación “por la escalada de violencia en Alto Nilo y Jonglei, donde se registran asesinatos masivos, destrucción de hogares y medios de subsistencia, y violencia sexual y de género, incluso contra los niños”. “La Troika y la UE hacen un llamamiento urgente a los líderes de transición de Sudán del Sur para que actúen ya y pongan fin a la violencia y protejan a los civiles, permitiendo el acceso seguro de la ayuda humanitaria al estado del Alto Nilo y Jonglei, así como a otras zonas de conflicto del país, y a los más de 9,4 millones de personas que necesitan asistencia en todo Sudán del Sur”.
(L.M.) (Agencia Fides 21/12/2022)
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