ASIA/KAZAJISTÁN - Un nuevo Centro para niños con síndrome de Down en Almaty, fruto del "diálogo constructivo" entre la Iglesia y las instituciones civiles

miércoles, 7 diciembre 2022 discapacitados   niños   cáritas  

Caritas Almaty

Almaty (Agencia Fides) - "El nuevo Centro para niños con síndrome de Down de Almaty, inaugurado con el apoyo de la administración municipal y del Fondo Fiduciario Samruk-Kazyna para el desarrollo de proyectos sociales, se ha convertido en realidad. Esto nos ayuda llevar nuestro compromiso con las familias y los niños con síndrome de Down a un nuevo nivel. Nos permite difundir y reforzar, a nivel cultural y social, la idea y la práctica de la inclusión en Kazajistán. Queremos decir que nadie debe quedarse atrás, especialmente los jóvenes y los vulnerables. Nadie es un rechazado de la sociedad”. Así, el padre Gudo Trezzani, misionero desde hace años en Kazajistán y director nacional de Cáritas en la nación centroasiática, presenta a la Agencia Fides el nuevo centro de acogida que abrió sus puertas hace unos días en Almaty, gracias al compromiso de la comunidad católica de la archidiócesis y, en particular, de su brazo dedicado a proyectos sociales, Cáritas.
Don Trezzani revela a la Agencia Fides: “Ahora mismo estamos todos muy contentos, padres, niños, voluntarios, familias. Los niños Down más mayores del grupo lo son especialmente. Ahora tienen un espacio de trabajo permanente y un lugar donde reunirse y comunicarse. Es sin duda un gran regalo para terminar 2022, que ha sido un año especialmente sorprendente, marcado también por la visita del Papa Francisco el pasado mes de septiembre. Ahora se abre un nuevo año, lleno de alegría, promesas y perspectivas que beneficiarán a nuestros chicos y a sus familias", prosigue el misionero.
Además, don Trezzani señala: “Durante su visita a Kazajstán, el Papa Francisco mencionó varias veces el tema del diálogo entre culturas y grupos sociales. El diálogo es la clave de las relaciones humanas, para mantenerlas en un clima de respeto y aceptación del otro. Para nosotros, el diálogo va acompañado del adjetivo ‘constructivo’. Queremos decir que significa poder construir algo junto con el interlocutor, en nuestro caso también a nivel institucional: nuestro centro nació de la colaboración entre la Iglesia local y la administración municipal de Almaty. El ámbito de los proyectos sociales es, en efecto, un terreno privilegiado en el que puede expresarse y realizarse un ‘diálogo constructivo. Con este espíritu, el Fondo Nacional Samurk-Kazyna para Proyectos Sociales seleccionó nuestro proyecto para niños con síndrome de Down, permitiéndonos ampliarlo a todo el país”, explica.
Cabe señalar que los proyectos para la inclusión de niños con síndrome de Down u otras necesidades especiales también están activos en la diócesis de Atyrau, donde voluntarios católicos ayudan y ofrecen educación a los niños con síndrome de Down de la ciudad. En la misma diócesis, en la labor de ayuda a las familias necesitadas, otro proyecto de la Cáritas local se dedica a los niños necesitados (por pobreza o falta de educación) de la ciudad de Aktobe, donde ha sido bien acogido por la población local.
Las actividades con niños con trisomía 21 se iniciaron en 2018 por parte de Cáritas Diocesana de Almaty y luego se fusionaron en un proyecto más amplio y permanente, gracias al apoyo de especialistas italianos. Periódicamente se organizan seminarios, conferencias y visitas de especialistas en distintas ciudades de Kazajistán para proporcionar conocimientos básicos a los padres y analizar los progresos de los niños.
El objetivo es promover la cultura en la sociedad kazaja y, por tanto, ideas e iniciativas caracterizadas e inspiradas por el concepto de “inclusión”, que beneficien en particular a los niños con discapacidades físicas o mentales. La colaboración con las instituciones civiles tiene por objeto promover la integración social a todos los niveles.
La República de Kazajistán también está llevando a cabo un plan de "educación inclusiva" a nivel institucional, aunque los profesores de las escuelas no suelen ser partidarios de impartir clases a alumnos con necesidades especiales o discapacidades. Además, a nivel cultural, sigue siendo difícil conseguir que los padres acepten la condición de discapacitados físicos o mentales de sus hijos (a menudo los niños permanecen con sus familias).
En Kazajstán hay unos 150.000 católicos, menos del 1% de una población musulmana al 67,8%. Los cristianos, en su gran mayoría ortodoxos, representan alrededor del 26,5%.
(PA) (Agencia Fides 7/12/2022)


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