OCEANIA/AUSTRALIA - 1.200 personas en la Catedral de Adelaide para la celebración conclusiva de la XIV Jornada Mundial del Enfermo: "Que Maria acoja bajo su protección a todos los enfermos mentales del mundo."

lunes, 13 febrero 2006

Adelaide (Agencia Fides) - "que Maria acoja bajo su protección a todos los enfermos mentales del mundo". El sábado 11 de febrero, con la presencia de 1200 personas, concluyó en la Catedral dedicada a san Francisco Javier, en Adelaide, las celebraciones de la XIV Jornada Mundial del Enfermo. La Misa estuvo presidida por el Card. Javier Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral Sanitaria, Enviado Especial del Santo Padre Benedicto XVI.
Después de haber transmitido los saludos del Pontífice, el Cardenal recordó que la Celebración de esta Jornada Mundial del Enfermo ha estado dedicada en particular a los minusválidos mentales. "Los enfermos mentales ocupan un lugar completamente particular en el corazón del Pontífice - ha dicho - tanto que se ha dignado conceder, con ocasión de este acontecimiento, una indulgencia plenaria que podrán ganar todos los enfermos que participen en todo el mundo, los agentes sanitarios que les acompañan en las diversas celebraciones, los sacerdotes y, en general, todo el pueblo de Dios. De este modo especial, el Papa quiere decir a los enfermos mentales que está a su lado, pero que los acompaña con su amistad, su cercanía y con una eficaz ayuda espiritual."
"Por desgracia - continúa la homilía - la enfermedad mental está avanzando a pasos agigantados en todo el globo, tanto que se habla ya de cerca de 500 millones de personas con problemas mentales."
"Siguiendo las normas del Santo Padre, ha añadido el enviado Especial, es nuestra misión recordar la dignidad inviolable del minusválido mental, y esforzarse por salvaguardarla a toda costa, desde el punto de vista cultural así como institucional, familiar e individual."
"Hoy celebramos la fiesta de la Virgen de Lourdes, Salus infirmorum", concluye el Cardenal Barragán. "Cuando el minusválido mental siente la cariñosa mano materna de la Santísima Virgen que lo sustenta y protege, el mundo deja de ser hostil para él, se siente seguro y rico interiormente. Acabo asegurando la bendición y la presencia entre nosotros del Papa Benedicto XVI que, desde Roma, se hace espiritualmente presente en esta bonita Catedral de san Francisco Javier en la archidiócesis de Adelaide en todo el mundo y, de modo especial, en este bello Continente que es Oceanía". (AP) (13/2/2006 Agencia Fides; Líneas: 31 Palabras: 399)


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