EUROPA/UCRANIA - Orioninos: "nadie puede negarnos el derecho a construir donde otros destruyen

sábado, 23 julio 2022 guerras   evangelización   desplazados   jóvenes   institutos religiosos  

Lviv (Agencia Fides) - "En los últimos meses, especialmente desde el 8 de mayo, casi todos los refugiados que acogíamos aquí, en el monasterio y en la Casa de Cafarnaún, han regresado a sus pueblos y ciudades (incluida Kharkiv) o han llegado a Italia u otros lugares del extranjero. A día de hoy seguimos acogiendo a dos familias, una de Kharkiv y la segunda de Dnipro, con un total de ocho personas". Don Moreno Cattelan, sacerdote de la Pequeña Obra de la Divina Providencia de Don Orione, informa desde Lviv, poniendo al día de la situación local.
“Los viajes a Italia también se han convertido en una rareza -continúa el sacerdote orionino -: los dos últimos, organizados por nosotros directamente, se remontan al 8 de mayo, cuando unas 15 personas llegaron a Milán, y el último, para 10 personas, organizado el 21 de junio en colaboración con la Asociación Comunitaria Papa Juan XXIII, en el marco de la Operación Paloma. Algunas de las casi 700 personas a las que ayudamos a llegar a Italia han vuelto a casa. Otros están ya organizando su viaje de regreso”.
También han regresado a Ucrania los ocho chicos discapacitados que estaban alojados en el centro Mater Dei de Tortona desde marzo. Llegaron a L'viv, a la "Casa de Cafarnaúm", en la noche del miércoles 20 de julio, tras un largo viaje ciertamente menos problemático que el que les llevó a Tortona en la noche del 2 de marzo, cuando acababa de estallar la guerra. Durante estos meses, los chicos pasaron su estancia en Tortona con gran serenidad, acogidos y cuidados por la familia Orione y por muchas asociaciones y comerciantes que siempre estuvieron muy atentos y dispuestos a donarles tiempo, energía y recursos.
“En estos días – cuenta el padre Cattelan - a pesar de las dificultades del momento, el clérigo Mykhailo Kostiv ha conseguido organizar una semana de actividades de verano para los chicos. La primera semana, del 4 al 8 de julio, participaron unos 100 chicos, debido a las restricciones impuestas por la situación, dirigidos por 22 animadores muy jóvenes. Dado el éxito y las peticiones de padres, niños y jóvenes, se decidió proponer una segunda semana, del 18 al 23 de julio. El lunes 11 de julio, primer día de inscripción para el nuevo turno, ya teníamos 85 reservas. Al día siguiente por la tarde se cerraron las inscripciones. Entre los más de 100 inscritos, unos 30 eran refugiados. La experiencia sirvió a todos, jóvenes y mayores, para revivir una época de normalidad a pesar de que la muerte, la destrucción, los bombardeos y los combates siguen produciéndose con extrema brutalidad. Nuestro servicio, que comenzó tras la invasión, continúa con nuevos métodos y personas en nombre de la acogida de todos".
"La guerra continúa, el miedo se cierne, el futuro sigue marcado por negros nubarrones", concluye el padre Cattelan, "pero nadie puede negarnos el derecho a construir donde otros destruyen o a pasar unos días de alegría y fraternidad, jugando, cantando, corriendo y, sobre todo, divirtiéndonos. En estos dos frentes estaremos siempre presentes".
(SL) (Agencia Fides 23/7/2022)


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