ÁFRICA/ESWATINI - El Obispo: "Para la paz social, el diálogo nacional es urgente, no lo pospongan hasta marzo"

jueves, 11 noviembre 2021

Manzini (Agencia Fides) - "No se puede prever la situación, ha sido tranquila en los últimos tiempos, pero hay que tener en cuenta que sigue vigente el toque de queda de 21 a 4 horas, para controlar y prevenir posibles disturbios. Además, las fuerzas de seguridad de todas las ciudades están muy presentes y visibles en las calles. Esperamos que todas las partes sean capaces de controlar el riesgo que se corre, los jóvenes están frustrados, cansados de esperar y no ven señales de un futuro mejor". Así lo cuenta a la Agencia Fides Mons. José Luís Gerardo Ponce de León, Misionero de la Consolata y Obispo de Manzini, la única diócesis de Eswatini. El pequeño país rodeado por Sudáfrica y fronterizo al este con Mozambique, última monarquía absoluta de África, a pesar de mil dificultades y tensiones sociales, vivía hasta hace unos meses en relativa tranquilidad. El pasado mes de junio se produjeron por primera vez manifestaciones masivas contra el rey Mswati III y sus tendencias autocráticas. La respuesta policial desencadenó el caos social.
El obispo continúa: "El pasado 2 de noviembre tuvimos la visita del presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, en su calidad de líder de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (Sadc), y fue una ocasión interesante porque en todas las anteriores, la Sadc siempre ha dado la impresión de ser ineficaz. En julio, por ejemplo, tras una visita y un informe posterior, fruto de la observación y el diálogo con la sociedad civil, sólo entregaron el documento final al gobierno, sin hacerlo público. La visita de Ramaphosa, en cambio, provocó algo nuevo, primero porque por primera vez vino en persona y luego porque, tras su discurso, hubo una declaración emitida por los dos gobiernos. Se confirmó que el reino de Eswatini continuará en la senda del diálogo nacional, tal y como han solicitado tantas partes. En el acuerdo se dice que serán el gobierno de Eswatini y el Sadc los que procederán a indicar la hoja de ruta del diálogo, pero -nos preguntamos- ¿tendrá el pueblo la palabra y se escucharán sus necesidades?".
El rey ha anunciado que el diálogo no se iniciará antes de la celebración de INCWALA, las fiestas patronales que tendrán lugar en marzo de 2022. Esto significa que pasarán más meses de tensiones peligrosas. Desde que estallaron los disturbios", observa el prelado, "hemos repetido que el diálogo es urgente. Ahora, posponerlo hasta marzo es avivar las llamas. Para nosotros, se avecina una época de incertidumbre".
Monseñor Ponce de León también añade: "Hay otro problema grave. A causa de la pandemia, las escuelas se cerraban o se abrían a trompicones hasta hace unos meses, cuando el gobierno decidió finalmente abrirlas por completo. Sin embargo, los estudiantes hicieron oír su voz y organizaron manifestaciones. Por ello, el gobierno ha vuelto a cerrar las escuelas desde el 22 de octubre, no por la pandemia, sino por supuestos problemas de seguridad, y ha declarado que se reabrirán en breve, pero que sólo se permitirá la entrada a aquellos niños cuyos padres firmen un formulario que autoriza a la escuela a suspender al alumno si participa en disturbios o expresa su disidencia. Se trata de una medida muy divisiva y problemática. Como es fácil de imaginar, muchos padres no querrán firmar un formulario así, otros se verán obligados a permitir que sus hijos vayan a la escuela, pero está claro que habrá mucha discriminación".
El obispo concluye: "Nuestra esperanza es que Sadc y el gobierno den a conocer públicamente las directrices para el diálogo nacional y se conozcan ciertas fechas, lo que nos ayudará en el futuro. Las próximas semanas también serán cruciales porque se celebrará el juicio de dos diputados detenidos tras los disturbios. Cuando se celebró el juicio en primera instancia, se produjo una gran agitación social, esperamos que se tomen medidas para garantizar la calma y la paz social”.
(LA) (Agencia Fides 11/11/2021)


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