VATICANO - El ángelus de Benedicto XVI en la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos: "No sabemos ni cómo ni cuándo, pues no nos corresponde a nosotros conocerlo, pero no debemos dudar de que un día seremos “una sola cosa”, como Jesús y el Padre están unidos en el Espíritu Santo". Llamamiento por la paz en Costa de Marfil.

lunes, 23 enero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - A mitad de la "Semana de oración por la unidad de los cristianos", que cada año se celebra del 18 al 25 de enero, el domingo 22 de enero el Santo Padre Benedicto XVI ha dedicado el discurso antes del rezo del ángelus al tema del ecumenismo. La Semana de oración, iniciativa que nació a principios del siglo pasado, “ha conocido un positivo desarrollo convirtiéndose cada vez más en un momento ecuménico de referencia, en el que los cristianos de las diversas confesiones en todo el mundo rezan y reflexionan, a partir de un mismo texto bíblico" ha explicado el Santo Padre, recordando que este año el pasaje elegido está sacado del Evangelio de Mateo, donde Jesús afirma: "Si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, sea lo que fuere, lo conseguirán de mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18,19-20).
El Papa Benedicto XVI ha puesto después en evidencia la confianza y la esperanza que infunden estas palabras del Señor: “Se entiende, entonces, el motivo por el que es tan importante que nosotros, cristianos, invoquemos el don de la unidad con perseverante constancia. Si lo hacemos con fe, podemos estar seguros de que nuestra petición será escuchada. No sabemos ni cómo ni cuándo, pues no nos corresponde a nosotros conocerlo, pero no debemos dudar de que un día seremos “una sola cosa”, como Jesús y el Padre están unidos en el Espíritu Santo"… "Dios es amor, y sólo convirtiéndonos a Él y aceptando su Palabra nos encontraremos todos unidos en el único Cuerpo místico de Cristo" ha continuado el Santo Padre, recordando que la expresión, "Dios es amor", en latín "Deus caritas est", es también el título de su primera Encíclica que será publicada el 25 de enero, fiesta de la Conversión de San Pablo. "Me alegra que coincida con la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos- ha dicho el Santo Padre- . En ese día iré a la Basílica de San Pablo para presidir las vísperas, en las que también participarán representantes de las demás iglesias y comunidades eclesiales. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, interceda por nosotros”.
Después de la oración del ángelus, el Papa ha recordado el quinto centenario de la llegada a Roma del primer contingente de Guardias Suizos para la defensa del Papa y del Palacio Apostólico, de quienes estaba presentes en la Plaza de San Pedro un piquete de honor: "Al recordar ese histórico acontecimiento, saludo con alegría a cuantos conforman hoy este benemérito Cuerpo, al que, en signo de aprecio y reconocimiento, imparto de corazón una bendición apostólica especial". Por último, el Papa ha lanzado una llamamiento por la paz en Costa de Marfil, con estas palabras: "Entre las muchas preocupaciones por la situación internacional, mi pensamiento se dirige hoy de nuevo a África y en particular a Costa de Marfil, donde persisten graves tensiones entre los diferentes componentes sociales y políticos del país. A todos les dirijo una invitación a continuar con el diálogo constructivo para alcanzar la reconciliación y la paz. Confío estas intenciones a la intercesión de la Virgen Santa, tan querida por el pueblo marfileño" (S.L) (Agencia Fides 23/1/2006 - Líneas: 40 Palabras: 616)


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