VATICANO - La catequesis del Papa al inicio de la Semana de Oración por la unidad de los Cristianos: "Sigamos pidiendo porque somos conscientes que la santa causa del restablecimiento de la unidad de los cristianos supera nuestras pobres fuerzas humanas y que en definitiva, la unidad es un don de Dios "

miércoles, 18 enero 2006

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Durante la Audiencia General de esta mañana, que se ha desarrollado en el Aula Pablo VI, el Santo Padre Benedicto XVI ha basado su meditación en la "Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos" que comienza hoy. Esta "cita importante para reflexionar sobre el drama de la división de la comunidad cristiana y pedir junto al mismo Jesús "que todos sean uno para que el mundo crea", ha explicado el Santo Padre, "engloba en formas y tiempos diversos a católicos, ortodoxos y protestantes acomunados en la fe en Jesucristo, único Señor y Salvador". El Papa Benedicto XVI ha subrayado después que "la oración por la unidad forma parte de ese núcleo que el Concilio Vaticano II define como "el alma de todo el movimiento ecuménico" (Unitatis redintegratio, 8), núcleo que comprende precisamente las oraciones públicas y privados, la conversión del corazón y la santidad de vida". En el centro del problema ecuménico se encuentra en efecto "la obediencia al Evangelio para hacer la voluntad de Dios con su ayuda necesaria y eficaz."
Recordando de nuevo el Decreto sobre el ecumenismo del Concilio, el Papa Benedicto XVI ha puesto en evidencia: "Los elementos que, a pesar de la división permanente, siguen uniendo a los cristianos nos dan la posibilidad de elevar una oración común a Dios. Esta comunión en Cristo sostiene todo el movimiento ecuménico e indica el fin mismo de la búsqueda de la unidad de todos los cristianos en la Iglesia de Dios. Es lo que distingue al movimiento ecuménico de cualquier otra iniciativa de diálogo y de relación con otras religiones e ideologías". Las oraciones comunes que se elevan en el mundo entero expresan " expresan además la voluntad del compromiso común para el restablecimiento de la plena comunión de todos los cristianos". Por último, el Santo Padre también ha invitado a "dar gracias al Señor por la nueva situación creada, con tanto esfuerzo, en las relaciones ecuménicas entre los cristianos, por los fuertes lazos de solidaridad establecidos, por el crecimiento de la comunión y convergencia - ciertamente de modo desigual - entre los diversos diálogos". Mirando el futuro que se alza ante nosotros, el Papa Benedicto XVI concluyó su catequesis con esta exhortación: "sigamos pidiendo porque somos conscientes que la santa causa del restablecimiento de la unidad de los cristianos supera nuestras pobres fuerzas humanas y que en definitiva, la unidad es un don de Dios". (S.L) (Agencia Fides 18/1/2006, Líneas: 32 Palabras: 460)


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