AMERICA/PANAMÁ - “Hemos examinado en la óptica pastoral el caminar de nuestros países y la sensación predominante es que la situación social se sigue deteriorando": llamamiento de los Obispos de la América Central para "construir un futuro de esperanza"

viernes, 9 diciembre 2005

Ciudad del Panamá (Agencia Fides) - Al término de su Asamblea anual, desarrolla del 22 al 25 de noviembre en la ciudad del Panamá, los Obispos centroamericanos, miembros del SEDAC (Secretariado de los Obispos de la América Central) han redactado un mensaje titulado "Construimos un Futuro de Esperanza" recientemente publicado. El documento pone en evidencia las luces y sombras de la realidad centroamericana y la vida y misión de la Iglesia.
Ante todo se revela con gran preocupación el persistente deterioro de la situación social del área: los atentados contra la vida humana han aumentado; persiste la violencia en todas sus formas, incluso dentro de las casas; crece la pobreza; los enfermos de Sida aumentan; corrupción e impunidad prosperan; se asiste al deterioro cada vez más irreversible del ecosistema, especialmente en los países que han dado concesiones para la explotación de minas sin la garantía jurídica y social adecuada; los Gobiernos no se muestran siempre capaces de hacer frente, prevenir o mitigar los efectos de los desastres naturales; continúa la migración del campo hacia las ciudades y al extranjero, con todas las consecuencias que este fenómeno comporta; crece el desinterés por la política debida en parte a campañas electorales pobres en contenido y carentes de propuestas serias para solucionar los graves problemas que atenazan las naciones.
Otras sombras indicadas por los Obispos son: falta de sensibilidad de muchas comunidades cristianas ante el drama de la pobreza y la injusticia; carencias en los procesos de educación en la fe, que no alcanzan siempre el objetivo de llevar a los bautizados a un encuentro personal con Jesucristo, a una verdadera conversión y a la comunión plena con la Iglesia; falta de espíritu misionero en numeroso grupos eclesiales; falta de atención hacia sectores clave como la familia, la juventud y los educadores; escasa incidencia de los fieles laicos en campos vitales como la economía, la política y los medios de comunicación social; vacío pastoral que facilita el proselitismo de las sectas.
A pesar del cuadro descrito, la realidad de las naciones Centroamericanas deja en todo caso también entrever signos positivas de esperanza: el espíritu de los países que no se dejan plegar ante las adversidades; mayor participación ciudadana; los políticos se sienten cada vez más interpelados; siguen llegando las remesas familiares como signo claro de solidaridad; algunos casos ejemplares de aplicación de la justicia; la Iglesia está dando prioridad a la pastoral social… Entre las luces que se encuentran en la Iglesia, viene fuertemente subrayada la toma de conciencia de muchos laicos, de su misión en la Iglesia, la renovación de la liturgia y del amor por la Palabra de Dios; la sed de formación integral manifestada por muchos laicos y seglares; el incremento de las vocaciones sacerdotales, el aumento de la conciencia misionera, especialmente después del CAM2; la vitalidad de numerosas parroquias y movimientos de apostolado secular…
Después de haber examinado la realidad centroamericana y después de haber meditado y rogado, los Obispos identifican algunos compromisos prioritarios de la misión de la Iglesia: los desafíos que provienen del cambio de época, caracterizada por las nuevas tecnologías de comunicación y por el relativismo doctrinal y moral; la falta de coherencia en muchos bautizados entre su fe y su vida; la fragilidad, en no poco cristianos, de su identidad católica, que les hace presa de grupos religiosos; el drama de la pobreza que afecta a tantas familias; la formación integral de los laicos para su compromiso en el mundo; el acompañamiento de los constructores de la sociedad para transformar el mundo según los diseños de Dios; la defensa de la vida tanto del niño no nacido como de tantas vidas amenazadas por la pobreza, la violencia….
En la conclusión de su mensaje, los Obispos de la América Central lanzan una exhortación a todos los bautizados para que renueven sus compromisos bautismales para construir un futuro de esperanza. (RZ) (Agencia Fides 9/12/2005, Líneas: 49 Palabras: 681)


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