EUROPA/ESPAÑA - “La Iglesia no desea imponer ni busca ningún interés particular; sirve tan solo a la humanidad testimoniando y anunciando a Jesucristo, siendo la luz de las gentes”, relación del Cardenal Crescenzio Sepe en el I Congreso Eucarístico Universitario en Murcia

lunes, 14 noviembre 2005

Murcia (Agencia Fides) - “La Iglesia debe salir al encuentro de todos los hombres y mujeres para llamarles a la fe y anunciarles la Buena noticia de la salvación” afirmó el sábado por la tarde el Cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en la relación titulada “La Eucaristía y la Evangelización de los Pueblos” que fue presentada por el Subsecretario de la Congregación, el P. Massimo Cenci, en el marco del gran acontecimiento del I Congreso Eucarístico Internacional Universitario, que se ha llevado a cabo en la Universidad Católica de Murcia (UCAM) en España del 9 al 13 de noviembre. “La iglesia traicionaría su identidad y su vocación- continua la relación- si, aun dejando la puerta abierta, no empleara todos los medios para que estos entren en ella y en ella encuentran materno amaro”.
Proponiendo una lectura de la historia, constata como en la actualidad esta misión de la Iglesia se hace más urgente que nunca en un mundo en el “Dios nos es de estorbo; o se hace del El una simple frase devota, o se le niega del todo y se le excluye de la vida pública hasta perder todo su significado” y, por ello, “la profunda crisis actual vuelve a proponer connotaciones y características análogas a las de los primeros siglos del cristianismo”. Nos encontramos en realidad ante una apostasía de la fe y la negación radical de la Revelación, pero “el hombre apostatando de la fe, se empobrece pues no tiene otras perspectivas que las de su realidad en si misma tan limitada”. Además asistimos en la actualidad a una perdida de la identidad cristiana y del sentido de Dios. Por todo ello, se nos invita en este Tercer Milenio “al mismo entusiasmo que fue propio de los cristianos de la primera hora”.
Pero esta pasión evangelizadora, su urgencia y su necesidad, sólo pueden nacer de una experiencia directa con el Cristo viviente. Precisamente por ello, “la Eucaristía es la fuente, el contenido y la fuerza de la misión evangelizadora de la Iglesia”. A través de la comunión con el Cuerpo de Cristo, la Iglesia alcanza cada vez más profundamente su vocación: ser en Cristo como un sacramento, es decir, como signo e instrumento eficaz de la íntima unión con Dios y de la unidad de todo el género humano”. “La iglesia por tanto evangeliza, cuando sigue el camino y la vida de Cristo” afirma el Cardenal y por ello, “no desea imponer ni busca ningún interés particular; sirve tan solo a la humanidad testimoniando y anunciando a Jesucristo, siendo la luz de las gentes”. Por último, el Cardenal ha recordado que la Eucaristía nos lleva a la urgencia de la evangelización y que nos encontramos “en la hora de la misión ad gentes y de la primera evangelización también para España y para todo el continente europeo”. Después de la conferencia el P. Massimo Cenci celebró la Eucaristía en la Parroquia de Santa Eulalia y en la homilía recordó como la Eucaristía con el misterio de la encarnación, constituye “el método educativo a la misión para el cristiano”. (RG) (Agencia Fides 14/11/2005 Líneas: 35 Palabras: 561)


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