AFRICA/CONGO RD - Alarma por la reanudación de la guerra en el este del Congo. “Estamos viviendo en clima de miedo por la difusión de octavillas que anuncian un nuevo conflicto" dice un misionero

sábado, 5 noviembre 2005

Bukavu (Agencia Fides) - "La ciudad está viviendo efectivamente en un clima de miedo y aprensión, alimentado por la difusión de misteriosas octavillas que anuncian la reanudación de las hostilidades" dice un misionero de Bukavu, capital del sur Kivu, al este de la República Democrática del Congo, dónde desde hace días se han intensificado signos de una posible reanudación de la guerra civil que se desencadenó en el País de 1998 al 2003.
"Por desgracia, esta vez no se trata sólo de voces porque el ejército congoleño ha capturado a numerosos guerrilleros que han afirmado estar preparados para reiniciar las hostilidades" dice el misionero.
Según algunos analistas internacionales la guerrilla congoleña de los banyamulenge (los tutsi congoleños) están divididos en dos facciones: una favorable a la reanudación de las hostilidades y otra que querría continuar por el contrario, por una vía de paz.
"Por encima de las motivaciones de los comandantes guerrilleros, un nuevo conflicto favorece a los que se oponen al proceso de democratización congoleña, que , si bien con muchas dificultades, continua adelante" afirma el misionero. "Quien sabe que no tiene oportunidad de vencer las elecciones regulares, sin violencias y sin fraudes, trata de sabotear el proceso electoral por todos los medios. A esto se suma el interés de quien quiere seguir explotando las riquezas mineras congoleñas con toda impunidad, sin pagar el justo precio al pueblo local y al gobierno legítimo."
La tensión al sur de Kivu se ha acentuado además por los últimos episodios de violencia ocurridos en aldeas alrededor de Bukavu: en cosa de algo más de un año, tan sólo en la aldea de Kaniola, fueron asesinadas227 personas, más de 230 viviendas fueron saqueadas y quemadas y más que 2.000 mujeres y jóvenes fueron víctimas de violencias sexuales.
"La comunidad internacional no puede permanecer indiferente ante esta situación, porque en la zona está desplegada la fuerza de las Naciones Unidas para el Congo (MONUC) que debería vigilar el respeto de la paz. Me parece por lo tanto legítimo esperar una decidida intervención de las Naciones Unidas para paralizar un nuevo conflicto" concluye el misionero.
La República Democrática del Congo se ha visto afectada por una sangrienta guerra, que ha durado desde 1998 al 2003, que ha provocado de 2.500.000 a 3 millones de muertos y millones de desplazados. (L.M) (Agencia Fides 5/11/2005 Líneas: 33 Palabras: 418)


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