AFRICA/CONGO RD - El Obispo de Kilwa-Kasenga denuncia el drama olvidado del sur Katanga: “Por favor ¡ayúdanos!”

jueves, 15 septiembre 2005

Kinshasa (Agencia Fides) - "Una catástrofe humanitaria". Así describe Mons. Fulgence Muteba, Obispo de Kilwa-Kasenga, en el Katanga meridional, (sureste de la República Democrática del Congo) la situación en su diócesis en una relación enviado a la prensa. "Se han enviado diversas relaciones a instituciones estatales y humanitarias para poner en alarma a la comunidad nacional e internacional sobre el drama de las poblaciones de Mitwaba, Pweto y Malemba" escribe el Obispo. "Estos territorios son teatro de enfrentamientos casi permanentes entre el ejército congoleño (FARC) y los mai-mai (guerrilleros locales). Atrincherados en la selva, siembran el terror, la desolación y la muerte en el seno de la población, obligándoles al destierro."
"Al principio fue concebido como un movimiento de resistencia a los invasores extranjeros y sus cómplices extranjeros, pero el fenómeno nunca-nunca tiende a transformarse, al menos en el Katanga, en una organización cuyo objetivos son ambiguos" afirma el documento.
Las consecuencias de esta situación son dramáticas para la población: "Tres parroquias de la diócesis de Kilwa-Kasenga, (Mitwaba, Dubie y Pweto) se han visto afectadas por esta catástrofe humanitaria que dura ya muchos años. Aldeas enteras han sido incendiadas. Los derechos del hombre son violados de modo imponente y flagrante. Homicidios, violaciones, atracos y otras violencias forman parte de las desgracias de nuestros fieles. En el territorio de las tres parroquias hay millares de desplazados, hombres, mujeres y niños que viven en condiciones infrahumanas y que sólo se benefician de la ayuda de algunas organizaciones humanitarias internacionales."
Mons. Muteba precisa las cifras del desastre humanitario: "La parroquia de Dubie cuenta con cerca de 15.500 desplazados que viven en refugios provisionales, mientras que la de Mitwaba tiene 8.000. La parroquia de Pweto, alberga varios refugiados cuya aldeas han sido asediadas o incendiadas por los mai-mai. Más lejos, en el centro y sur de la diócesis, las parroquias de Kilwa y Kasomeno hospedan varios miles de desplazados ya olvidados y que llevan una vida miserable, después de haber sido censados por los servicios humanitarios que no han vuelto ya al lugar".
Por desgracia, la solución militar del gobierno “no ha traído la solución", porque, escribe el Obispo, "el ejército gubernativo es otro aspecto del drama de nuestras poblaciones. Se sabe como se comporta un ejército sin dinero. La población pues se encuentra entre el yunque y el martillo. Por una parte, paga el precio de la presencia de los militares gubernativos, por otra, está sometida a las violencias de los mai-mai”. Por consiguiente, "mientras el Ituri y el Sur Kivu (otras regiones del este congoleño) están en primera plana, el drama de las poblaciones del Norte de la diócesis de Kilwa-Kasenga tiende a ser escondido."
"La solución militar ha demostrado sus límites. En nombre de las poblaciones que sufren y como Pastor del pueblo de Dios de Kilwa-Kasenga, lanzamos este grito de dolor a las autoridades estatales, a la ONU, a los defensores de los derechos humanos, a los medios de comunicación y a las personas de buena voluntad: ¡ayuda! Aquí como en Ituri, o en el Norte y sur Kivu, esperamos la paz. ¡Por favor, actuad!” (L.M) (Agencia Fides 15/9/2005 Líneas: 39 Palabras: 532)


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