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Asís (Agencia Fides) - Con la redacción de una "Carta a los Párrocos italianos" se ha concluido la tercera Semana nacional de formación y espiritualidad misionera, promovidas por la oficina Nacional para la Cooperación misionera entre las Iglesias, que se ha desarrollado en Asís del 26 al 31 de agosto. Han participado 192 trabajadores pastorales, religiosos, religiosas y laicos, que han meditado sobre el tema “Los laicos en la Parroquia Misionera". Según subraya el Director de la Oficina Nacional para la Cooperación misionera, Mons. Giuseppe Andreozzi, "esta tercera edición de la Semana ha sido ciertamente la más seguida, y eso indica que se advierte la urgencia de reflexionar y madurar sobre estos temas, el argumento de la Parroquia Misionera se siente como urgencia. En un clima sereno y constructivo hemos partido de una lectura sociológica de la parroquia para llegar al contenido teológico sobre el ministerio misionero y por último, proponer indicaciones pastorales. La indicación de fondo manada de la Semana es que los laicos serán realmente responsables en la Iglesia si la Iglesia se abre a la misión, ya que solo la misión hace surgir el papel ministerial del laicado."
Relaciones, mesas redondas, testimonios, debates se han inspirado en el icono de la experiencia apostólica de Felipe que se encuentra con el etíope (Hch 8, 26-40) y este mismo pasaje bíblico es retomado en la Carta a los Párrocos, fruto de tres trabajos de grupo de los Congresistas: una especie de documento conclusivo sobre la corresponsabilidad de los laicos en la misión en una Parroquia que sea auténticamente misionera. "Querido hermano párroco, te ofrecemos nuestra disponibilidad a la comunicación de la fe, a asumir contigo la responsabilidad de la Evangelización" se lee en la carta, que subraya como toda la comunidad está llamada hoy a la dimensión misionera. "No nos resignemos a la disminución de la participación… al hecho de que muchos, incluso entre los cristianos, ven la parroquia como una estación de servicios religiosos y limosna" escriben los congresistas, exhortando al "trabajo de la renovación” para seguir "con valor hacia los hombres y las mujeres que desean encontrar en nosotros la casa y la escuela dónde crecer en la fe."
"Necesitamos familiarizarnos con la Palabra, entendida y experimentada personal y comunitariamente, vivir auténticas experiencias de oración" continua la carta, que concluye así: “No nos es dado saber hasta dónde llega la buena noticia una vez introducida por los caminos del mundo. Y este nos parece un ulterior motivo para estar felices y orgullosos de trabajar por el Reino. El Evangelio de Jesús es el tesoro para todo hombre. Estamos dispuestos a propuestas exigentes, a un compromiso más radical para no sofocar con la corta respiración de la pastoral de conservación. La misión trae aire fresco a nuestras comunidades, favorece el ministerio de los lacios y, en particular, valoriza los recursos juveniles. Más aún, cuanto más misionera se la Iglesia, más será capaz de gestos proféticos que susciten esperanzas." (S.L) (Agencia Fides 2/9/2005, Líneas: 37 Palabras: 523)
