AMERICA/VENEZUELA - "Nuestra conciencia de cristianos exige de nosotros que seamos fermento de vida nueva dentro de la sociedad, al servicio de la persona, de la verdad, de la vida, del bien, de la justicia": exhortación conclusiva de la 84 Asamblea Ordinaria del episcopado venezolano

martes, 19 julio 2005

Caracas (Agencia Fides) - “La causa de la verdad y de la libertad, de la justicia y de la solidaridad, de la reconciliación y de la paz, es tarea irrenunciable de la Iglesia, por la función y el servicio a la humanidad que impregna su misión evangelizadora. Nuestra conciencia de cristianos exige de nosotros que seamos fermento de vida nueva dentro de la sociedad, que estemos al servicio de la persona, de la verdad, de la vida, del bien, de la justicia". La exhortación viene de los Obispos de la Iglesia venezolana, al inicio de su mensaje titulado "Al Señor tu Dios adorarás y a Él sólo servirás", publicado al final de su 84 Asamblea Ordinaria.
El documento, dividido en 3 capítulos - La misión de la Iglesia; El País necesita un cambio de actitud; Apostar por la vida, la justicia y la verdad - hace un examen de la situación en que se encuentra el país y, a la luz del mensaje cristiano, propone y requiere algunas soluciones a los urgentes problemas que atenazan la población.
En el momento histórico que está viviendo Venezuela, los Obispos subrayan la centralidad de la comunión y la unidad entre todos los miembros de la Iglesia. A tal fin existen muchas realidades, valores y señales del Cristianismo que deben ser evocados y potenciados en la Venezuela de hoy para que iluminen la senda que deberá recorrer el país. En esta perspectiva, los Obispos reafirman la opción de la Iglesia por una cultura de la vida y de la paz y el rechazo de todo lo que sea cultura de la muerte: "Sostenemos cuanto promueva la reconciliación y permita superar la semilla de odio y división."
El documento denuncia además la polarización y el malestar interior persistente, que condicionan el juicio sobre toda la realidad social, obstaculizan el diálogo, el acuerdo y la colaboración por el bien común. "Nuestra sociedad necesita un clima distinto" señalan los Obispos, mientras notan la urgencia de "buscar juntos la verdad concreta de cada día, en las diversas situaciones difíciles que deben afrontar las personas y el país". En este contexto, el dueño absoluto de la verdad es solamente Dios, por lo tanto, los Obispos rechazan el relativismo ético-moral que hace de los intereses individuales o de grupo la norma absoluta del actuar. Expresan después solidaridad con las víctimas de las diversas formas de violencia que se han convertido en algo cotidiano, denuncian el flagelo de los asesinos de fin de semana, las matanzas y la muerte de jóvenes soldados en diferentes instituciones militares, los arreglos de cuentas en los barrios, la delincuencia incontrolada, los secuestros… situaciones todas que están deteriorando gravemente la sociedad venezolana.
Los Obispos se expresan claramente en defensa del derecho a la vida: "Nosotros discípulos de Jesucristo como tanto otros creyentes y hombres de buena voluntad, estamos llamados a ser defensores de este derecho, desde su principio, a su desarrollo y final". Afirman también que no es aceptable que se castigue con la muerte el más indefenso, que acaba de ser concebido, y concluyen indicando que es necesaria la colaboración de todos para conseguir una educación de alto nivel. (RZ) (Agencia Fides 19/7/2005, Líneas: 40 Palabras: 567)


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