VATICANO - El Papa a los Obispos de Papua Nueva Guinea e Islas Salomón: "Sed testigos valientes de Cristo, atentos a buscar nuevos modos de transmitir la fe de modo que la fuerza del Evangelio pueda permear el modo de pensar, los modelos de juicio y las normas de comportamiento"

lunes, 27 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Jesucristo continua llevando las poblaciones de vuestras dos islas a una fe y a una vida más profunda en Él. Como Obispos responded a su voz preguntando como puede la Iglesia convertirse en un instrumento cada vez más eficaz de Cristo": es cuánto ha encomendado el Santo Padre Benedicto XVI a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Papua Nueva Guinea e Islas Salomón, a los que recibió en audiencia la mañana del sábado 25 de junio, con ocasión de su visita ad limina Apostolorum.
El Papa ha recordado que de la reciente Asamblea General nacional en Papua Nueva Guinea y del Seminario en las Islas Salomón, han surgido "signos claros que incluyen la fuerte participación de los jóvenes en la misión de la Iglesia, la generosidad excepcional de los misioneros y el florecimiento de vocaciones locales", sin ocultar las dificultades. "Ante estas los fieles os miran a vosotros para que seáis testigos valientes de Cristo, atentos a buscar nuevos modos de transmitir la fe de modo que la fuerza del Evangelio pueda permear su modo de pensar, los modelos de juicio y las normas de comportamiento."
Continuando su discurso, Benedicto XVI se ha centrado en la relación entre sacerdotes y Obispos, que se expresa "en sostener la identidad única de vuestros sacerdotes, animar su santificación particular en el ministerio y promover una profundización de su compromiso pastoral". El Papa también ha afirmado que "la identidad sacerdotal no debe ser comparada nunca a ningún título secular o confundido con una oficina civil o política… El sacerdote vive una vida de sencillez, castidad y humilde servicio que inspira a otros con el ejemplo. En centro de la vida del sacerdocio es la celebración cotidiana y devota de la Santa misa. En este Año de la Eucaristía me dirijo a vuestros sacerdotes: sed fieles a este compromiso que es el centro y la misión de la vida de cada uno de vosotros."
Sobre la formación de los sacerdotes y religiosos, “parte integrante de una evangelización con éxito”, objeto de reflexión desde hace tiempo, el Papa ha exhortado a los Obispos "a garantizar una selección atenta de los candidatos, a supervisar personalmente vuestros seminarios y a ofrecer programas regulares de formación permanente tan necesaria para la profundización de la identidad sacerdotal y religiosa y para el enriquecimiento de alegre compromiso al celibato". Por último, el Santo Padre ha expresado profunda gratitud "hacia cuantos trabajan en los seminarios y en las casas de formación."
La última parte del discurso del Papa estuvo dedicado a los catequistas: "un número cada vez mayor de fieles laicos está llegando a un aprecio más profundo de su deber de participar en la misión de evangelización de la Iglesia" ha dicho el Santo Padre recordando lo ya dicho durante el Sínodo para Oceanía, y ha animado a los Obispos a promover adecuados programas de catequesis para adultos sobre todo en torno a los temas del matrimonio y la vida familiar.
Por último, el Papa ha exhortado a los Obispos: "¡Unidos en vuestra proclamación de la Buena Nueva de Jesucristo id llenos de esperanza! Invocando sobre vosotros la intercesión del beato Peter To Rot, imparto de corazón mi Bendición Apostólica a vosotros y a los sacerdotes, religiosos y fieles laico de vuestras Diócesis." (S.L) (Agencia Fides 27/6/2005; rayas 36, Líneas: 43 Palabras: 599)


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