EUROPA/ESPAÑA - “Hoy día no se puede dudar razonablemente de que el embrión humano es un ser vivo de nuestra especie, que precisamente por carácter humano merece todo el respeto”: Dr. Justo Aznar a Fides

jueves, 9 junio 2005

Valencia (Agencia Fides) - “Uno de los temas actualmente más debatidos en el área de la bioética es determinar cuándo se inicia la vida humana y, sobre todo, definir el estatuto biológico del embrión humano, especialmente del embrión de pocos días de vida”, afirma el Dr. Justo Aznar, jefe del departamento de Biopatología Clínica del Hospital La Fe de Valencia (España), en un artículo enviado a la Agencia Fides. “¿Cuál es el estatuto del embrión humano? ¿persona?, ¿cosa? ¿ente intermedio entre persona y cosa? Precisamente “durante sus primeros 14 días de vida, este joven embrión es objeto de amplias y diversas amenazas que en muchos casos llevan a su destrucción”. De ahí que “establecer la naturaleza biológica del embrión humano de pocos días es fundamental para poder profundizar en el debate ético abierto con motivo de la utilización de estos embriones tempranos para experimentaciones biomédicas”.
Según afirma Justo Aznar se dan cuatro posturas respecto a este tema: los que consideran que el embrión humano en sus primeros días de vida es un conglomerado de células si organizar y por tanto, sin valor ontológico alguno; los que opinan que el cigoto humano obtenido por clonación terapéutica es un ente biológico distinto al cigoto obtenido por vía natural; los que consideran que el embrión humano, obtenido natural o artificialmente, es un ser vivo de nuestra especie, portador, por tanto, de la dignidad que todo ser humano intrínsecamente posee y, por ultimo, los que ni afirman ni niegan la identidad humana del embrión, afirmando que solo les interesa la vertiente científica.
En este sentido, afirma el Dr. Aznar “existe abundantes argumentos que avalan que dicho embrión es un ser vivo de nuestra especie, morfológicamente estructurado, que autorregula su desarrollo a través de complejos mecanismos genéticos y bioquímicas, que empiezan ahora a conocerse, y que posee toda la dotación genética necesaria y suficiente como para identificarlo como ser humano individual” Es decir, “hoy día no se puede dudar razonablemente de que el embrión humano es un ser vivo de nuestra especie y que precisamente por su carácter humano merece todo el respeto”. El problema está pues en saber que valor ontológico se atribuye a dicho embrión, y este no depende tanto del dato científico. Efectivamente “según una política de respeto, todo ser humano ha de ser reconocido y tratado como tal, por su dignidad humana intrínseca. Según una política de poder y utilidad el ser humano tiene la dignidad que otros le conceden y nada más”. En este punto está según el Dr. Aznar, la clave para determinar que uso se puede hacer de los embriones y es precisamente en este contexto de “dignidad humana concedida por otros donde se negocia la dignidad del embrión humano y se le desprovee de ella cuando objetivos científicos, comerciales o incluso de un pretendido humanitarismo lo aconsejan”. (RG) (Agencia Fides 9/6/2005 Líneas: 35 Palabras: 504)


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