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Bhubaneshwar (Agencia Fides) - "Los misioneros y nuestro personal religioso tienen miedo. Los desplazamientos son peligrosos. Los cristianos se ven burlados y boicoteados en su vida diaria en medio de la total indiferencia de las autoridades civiles y de la policía local. Es una situación insostenible": es la alarma lanzada a Fides por Su Exc. Mons. Raphael Cheenath Arzobispo de Cuttack-Bhubaneshwar, en el estado del Orissa, que cuenta la vida de la comunidad católica en el estado.
En los días pasados Orissa volvió a ser centro de atención a causa de ulteriores episodios de fundamentalismo hindú contra familias cristianas. En efecto, la administración local ha aprobado una orden de demolición de 109 casas de familias cristianas. Según fuentes locales, la decisión estaba inspirada por el "Rashtriya Swayamsevak Sangh" (RSS, "Cuerpo nacional de voluntarios") entre las organizaciones (comparable a formas modernas de escuadras neofascistas) que promueven con la violencia la ideología nacionalista del hindutva ("hinduidad") muy fuerte en el estado del Orissa.
El Arzobispo ha dicho a Fides que los episodios de intolerancia, más o menos violentos, se suceden de forma cotidiana. "La diócesis ha reconstruido e inaugurará el 11 de junio la Iglesia católica de Nuestro Señora de la Caridad en Raikia, destruida en agosto del 2004 en un ataque de integristas. Pero la violencia continua. La comunidad católica sufre y tiene miedo. Algunos tribales convertidos al cristianismo han sido obligados a convertirse al hinduismo, dado que su vida llegó a un punto que era imposible: eran discriminados y privados del acceso al agua, al mercado, a los servicios esenciales. Nuestros misioneros, cuando se desplazan y recorren las aldeas, a menudo son amenazados y también corren peligro de su vida."
Mons. Cheenath hace una amarga constatación: "Por desgracia frente a esta situación el gobierno y la policía local no hacen nada. No se persiguen a los culpables, ni se pone en marcha la máquina de la justicia. Las razones de este inmovilismo son esencialmente políticas: el gobierno de Orissa, conducido por el partido nacionalista Baratiya Janata Party (BJP) no quiere perder el apoyo de los grupos fundamentalistas, que de otro modo comenzarían protestas públicas."
Según el arzobispo, "la vía de salida para nosotros es siempre el diálogo y tratar de establecer relaciones amigables con la gente, que con frecuencia es adoctrinada e influenciada negativamente por grupos integristas. Ellos son un pequeñísimo porcentaje de la población indiana, pero son fuertes y bien organizados. Además tienen el apoyo económico de muchos ejecutivos y el apoyo político del gobierno local y por ello, se siente aún más fuertes".
El Arzobispo apela a todas las fuerzas sanas a que defiendan los principios de libertad, justicia y democracia en India, a nivel nacional, pidiendo una intervención de tutela de las minorías, en el respeto de las grandes tradiciones de pluralismo del subcontinente indiano. (Agencia Fides 8/6/2005 Líneas: 37 Palabras. 493)
