VATICANO - El Papa a los Obispos italianos: "Italia puede y debe tener un gran papel en el común testimonio de Jesucristo nuestro único Salvador y en hacer que la autentica medida del verdadero humanismo esté en Cristo, tanto en la conciencia de las personas individuales como en el orden de la vida social"

martes, 31 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Queridos hermanos, nuestra unión tiene una raíz precisa, que es la que une a todos los Obispos del mundo con el Sucesor de Pedro, pero que en esta nación asume un vigor especial porque el Papa es Obispo de Roma y Primado de Italia". Lo ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI que el lunes 30 de mayo ha recibido en audiencia en el aula del Sínodo en el Vaticano, los participantes en la LIV Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana. El Santo Padre ha agradecido a los Obispos su acogida y ha subrayado la estrecha relación de Italia con la fe cristiana, que se remonta a la generación apostólica y que actualmente también es profunda y viva. A pesar de una cierta cultura que tiende en la actualidad a excluir el cristianismo y en general las tradiciones religiosas y morales del continente europeo, "sobre todo en Italia la Iglesia conserva una presencia capilar, entre la gente de toda edad y condición, y puede por tanto, proponer más en las diversas situaciones, el mensaje de salvación que el Señor le ha confiado."
El Papa ha evidenciado el compromiso de la Iglesia "por mantener viva esta presencia y para incrementar su dinamismo misionero", poniendo en la base de todo la contemplación de Jesucristo y en Él, del verdadero rostro de Dios Padre, como indicó el Papa Juan Pablo II en la "Novo Milenio Ineunte". "Aquí está en efecto el alma y la energía oculta de la Iglesia, la fuente de la eficacia de nuestro apostolado. Sobre todo en el misterio de la Eucaristía nosotros mismos, nuestros sacerdotes y todos nuestros fieles podemos vivir en plenitud esta relación con Cristo: aquí Él se hace tangible entre nosotros, se consagra siempre de nuevo, se hace nuestro para que nosotros seamos suyos y aprendemos su amor." En esta contemplación del rostro de Cristo, "Maria Santísima nos precede, nos sustenta y nos acompaña. El amor y la devoción hacia la Madre del Señor, tan extendida y enraizada en el pueblo italiano, son una herencia preciosa que debemos cultivar siempre y un gran recurso de cara a la evangelización."
La presencia de la Iglesia entre la gente se caracteriza por la espesa red de parroquias, que deben ser sostenidas en este momento de cambio para que asuman "una actitud principalmente misionera en la pastoral cotidiana y por tanto se abran hoy a una más intensa colaboración con todas las fuerzas vivas de que la Iglesia dispone". Es importante reforzar la comunión entre las estructuras parroquiales y las diversas realidades "carismática" que han surgido en las últimas décadas, "para que la misión pueda alcanzar todos los entornos de la vida". También constituye una importante contribución la presencia de las comunidades religiosas que todavía son numerosas en Italia.
El Santo Padre ha exhortado después a los Obispos a continuar el trabajo emprendido "para que la voz de los católicos esté constantemente presente en el debate cultural italiano, y aún más, para que se refuerce la capacidad de elaborar racionalmente, a la luz de la fe, los múltiples interrogantes que se presentan en los diversos ámbitos del saber y en las grandes elecciones de vida."
Otra cuestión pastoral tocada por el Papa es la de la familia, "expuesta, en el actual clima cultural, con numerosos riesgos y amenazas": fragilidad e inestabilidad interior, tendencia a denegar el carácter único y la misión propia de la familia basada en el matrimonio. "Precisamente Italia es una de las naciones en la que la escasez de nacimientos es más grave y persistente, con consecuencias ya fuertes en todo el cuerpo social." Benedicto XVI ha recordado el compromiso de los Obispos en defender el carácter sagrado de la vida humana, el valor de la instrucción matrimonial y en promover el papel de la familia en la Iglesia y en la sociedad. "En este mismo espíritu debéis actualmente iluminar y motivar las elecciones de los católicos y de todos los ciudadanos sobre el referéndum ya pendiente, respecto a la ley de la procreación asistida: en su claridad y certeza vuestro compromiso es signo de la solicitud de los Pastores por todo ser humano, que nunca puede ser reducido a un medio, sino que es siempre un fin, como nuestro Señor Jesucristo nos enseña en su Evangelio y como nos dice la misma razón humana."
El Papa ha dado después las gracias a los Obispos y a los fieles italianos “por la caridad" hacia los pobres, enfermos, inmigrantes, pueblos diezmados por las enfermedades, por las guerras y el hambre. Recordando que en agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, se reunirá en Colonia con un gran número de jóvenes, el Papa ha dicho: "Necesitan ser ayudados a crecer y a madurar en la fe: es este el primer servicio que deben recibir de la Iglesia, y especialmente de nosotros Obispos y de nuestros sacerdotes… Los jóvenes deben sentirse amados por la Iglesia, amados en concreto por nosotros Obispos y sacerdotes. Podrán experimentar así en la Iglesia, la amistad y el amor que tiene hacia ellos el Señor, comprenderán que en Cristo la verdad coincide con el amor y aprenderán a su vez a amar al Señor y a tener confianza en su cuerpo que es la Iglesia. Éste es hoy, queridos hermanos Obispos italianos, el punto central del gran desafío de la transmisión de la fe a las jóvenes generaciones." (S.L) (Agencia Fides 31/5/2005, Líneas: 62 Palabras: 958)


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