ASIA/SRI LANKA - El Presidente de los Obispos ceilandeses a la Agencia Fides: "Decimos 'No' a la ley anti-conversiones porque creemos que estos problemas se solucionan con el diálogo"

viernes, 6 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La ley anti-conversiones y la acción de la Iglesia en defensa de las libertades fundamentales del hombre; la descentralización y el federalismo como soluciones a la guerra civil que existe en el país desde hace décadas: son los temas principales tocados por Mons. Vianney Fernando, Arzobispo de Kandy y Presidente de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka, en una entrevista concedida a la Agencia Fides. Los Obispos de la isla del subcontinente indiano están en estos días en el Vaticano con ocasión de la visita ad limina apostolorum. He aquí el texto de la entrevista.

¿Por qué Sri Lanka quiere aprobar una ley que prohíbe las conversiones? ¿Cómo se ha llegado a tal determinación?
En los últimos treinta años ha habido en el país una proliferación de sectas fundamentalistas cristianas que han irritado a la mayoría de la población que es budista. Estas sectas realizan un proselitismo militante y no tienen sensibilidad hacia el hecho de que se encuentran en un contexto multirreligioso, multicultural, plurilingüístico. A veces parece que, para engrosar sus filas, usan métodos que suscitan dudas. Así se ha desarrollado especialmente una creciente preocupación entre los monjes budistas y, en oposición al fundamentalismo cristiano, ha crecido el fundamentalismo budista. Hoy grupos extremistas de entre los budistas acusan a los cristianos en general, a todos los cristianos, de hacer proselitismo y de convertir a las personas con medios ilícitos. Los nueve monjes budistas, presentes en el Parlamento desde el año pasado, fueron elegidos precisamente para sustentar una legislación contra las conversiones no éticas.

¿En qué punto se encuentra hoy el proyecto de ley?
El año pasado el llamado "Documento anti-conversiones" fue propuesto en el Parlamento por iniciativa de un grupo restringido de parlamentarios, suscitando la preocupación de todos los líderes cristianos. Gracias al auxilio de eminentes abogados hemos logrado llevar el documento ante Tribunal Supremo, denunciando su inconstitucionalidad. La Corte ha determinado que algunas cláusulas contravienen la Constitución y van contra las libertades fundamentales y los derechos humanos. Si estas cláusulas no son eliminadas, haría falta una mayoría de dos tercios en el Parlamento y un referendo popular para aprobar el Documento, porque significaría modificar la Constitución.
En la actualidad el Documento se ha convertido en una propuesta del gobierno con el título "Proteger la libertad religiosa en el país". Pero el texto es incluso peor que el precedente y es muy dañino. Si el gobierno insiste, protestaremos vigorosamente: el Cristianismo no contempla sólo una dimensión vertical sino también horizontal, como nos enseña el mandamiento "Amar al Señor con todo el corazón y al prójimo como a ti mismo". Nuestro deber es obedecer a Dios y no al hombre. Hemos decidido, con otros líderes cristianos, realizar un comunicado en el que reafirmamos que también nosotros estamos en contra de las conversiones no éticas. Condenamos fuertemente los medios fraudulentos y a quienes tratan de hacer proselitismo por medio del engaño o con dinero. Pero la conversión auténtica se refiere a la relación entre el hombre y Dios. La Iglesia siempre ha defendido la suprema libertad de conciencia.

¿Qué propone la Iglesia católica?
Creemos fuertemente que estos problemas no se solucionan por medio de una ley que restringe las libertades sino por medio del diálogo y aplicando las leyes existentes. Hemos propuesto instituir un Consejo interreligioso, nombrado por el Parlamento, para examinar la cuestión, propuesta sostenida también por más importante Comisión Budista de Sri Lanka. Probemos este camino antes de aprobar una ley como esta.
La cuestión de las conversiones es hoy la más delicada para la Iglesia. El nuestro es un país donde la regla es el pluralismo y no tenemos que destruir la armonía. Durante las tres dominaciones coloniales (portugués, holandés y británica) los budistas han sufrido mucho y, después de la independencia, se han hecho muy sensibles a estos problemas. Los comprendemos y respetamos sus sentimientos. Pero tenemos que construir puentes, por medio del diálogo. Y esta ley es un atentado contra la armonía.
El hecho es que, por medio de esta ley, el gobierno está tratando de ganarse el favor de la mayoría budista. No se sabe la fecha en la que será votado el documento pero, aunque el presidente haya dejado libertad de conciencia, el voto en el Parlamento es evidente, por lo tanto, es sumamente probable que sea aprobado.

Otro campo en el que la Iglesia trabaja es la pacificación del país. ¿Cómo procede el proceso de paz?
El alto al fuego, en la guerra civil que de veinte años afecta al ejército regular contra los rebeldes tamiles, fue firmado en el 2002, cuando venció las elecciones el Primer ministro Ranil Wikremesinghe que inmediatamente, como había prometido, firmó un alto al fuego. Diversos acontecimientos políticos posteriores llevaron al gobierno a otra coalición, conducida por el presidente Kumaratunga, condicionada por los radicales marxistas contrarios a una solución definitiva del conflicto y a la descentralización de los poderes. Así, después de seis sesiones de coloquios, las negociaciones se han parado. La paz ha sido subordinada a juegos y a intereses políticos. La Iglesia sostiene fuertemente que los dos partidos de mayoría en Sri Lanka tienen que unirse para solucionar este problema, por el bien común del país. El camino es uno: el diálogo y el progreso hacia un estado federal.
Mientras tanto la guerra ha creado una cultura de violencia: todos los soldados, que han combatido durante años, conservan las armas, y esto incrementa la violencia, el crimen, mientras que la pobreza y el paro provocan el descontento social. El país necesita construir una cultura de la paz, de comprensión y reconciliación, partiendo de los jóvenes, labor en la trabajan voluntarios católicos y otras organizaciones.

¿Puede ilustrarnos brevemente la cuestión de la minoría tamil?
El nacimiento del Liberation Tigers of Tamiles Eelam en los primeros años 80 fue una reacción a la política del gobierno ceilandés, que no dejó de salir al encuentro de las legítimas solicitudes y aspiraciones de la minoría tamil (13% de la población total, mientras que el 74% es de etnia singalesa). Los intentos de afrontar la cuestión de modo pacífico han fracasadas, por meros intereses políticos. De este modo se ha producido una creciente frustración y exasperación entre los jóvenes tamiles. No quiero con ello justificar la violencia, que ha llevado al abismo al país, pero hay que admitir que se debe individuar una respuesta a las solicitudes de los tamiles. Se debe trabajar en la construcción de la confianza y la credibilidad recíproca, de otro modo a los jóvenes no les queda sino coger las arma que es el camino más fácil. Después del alto al fuego hemos tenido tres años de paz, con violencia tan sólo esporádica. Ahora la solución es la descentralización de poderes, en un sistema federal, apto a nuestra sociedad multiétnica y multicultural. (PA) (Agencia Fides 06/05/2005 Líneas: 92 Palabras: 1160)


Compartir: